Panza de burro

Esto ha sido una lectura relámpago. de esas por las que dejas lo que estás leyendo para ponerte con ella porque sabes que la terminarás del tirón. 172 páginas engullidas en tiempo récord. Me he metido de lleno en la historia de Isora y su amiga, nuestra narradora, alentada por todas vuestras reseñas que veía por aquí y, más concretamente, por mi amiga que también lo devoró y quería saber que opinaba aunque hayamos terminado de leer con sensaciones distintas.

Nunca había leído algo como lo de Andrea. Nunca había probado un pedacito de las islas. Escribe como hablan, ese lenguaje particular de niñas y de Canarias. Además, para mí una lectura narrada desde la infancia siempre gana puntos.

Acababa de leer las Amigas Estupendas de Elena Ferrante e incluso llegué a hacer cierta conexión entre ambas, con las amistades de las niñas de barrios humildes que con poco tienen todo porque se tienen a ellas.

Panza de burro rompe prejuicios y estereotipos. Rompe moldes en relación a otras historias que hayas podido leer antes. Dos niñas en plena éxtasis de la pre-adolescencia, sentimientos y emociones que se despiertan en ellas, episodios que resultan hasta cómicos, el despertar sexual que he leído en muchas reseñas y que es muy palpable, la cotidianidad de un barrio canario, de sus vecinos y sus qué haceres.

Tenéis que leerlo y así sacar conclusiones propias porque está claro que esta historia cala de manera diferente en cada una de nosotras.

P. d'un placer haber descubierto a Andrea :)