Humor negro

El humor en los libros, también el humor negro, siempre me genera altas expectativas y eso... es un arma de doble filo. Las obras no suelen salir del todo bien paradas después de leerlas.

Al ser un relato por autor, encontramos en conjunto una obra muy heterógenea, el nexo, esa muerte sobre la que se desplegará la historia, con ese punto de humor que busca la colección. En mi caso, como los pimientos de Padrón, a veces lo encuentro, a veces no.

Me quedo con dos historias, y son justo las dos primeras:

Colonna Tortile de Sara Mesa, dónde un hombre no pasa por su mejor día. Sale de casa y vas percibiendo que está ausente, todo va empeorando... y encuentra justificación al regresar a su hogar, donde le espera un familiar cadáver. Un poco desconcertante, pero bien llevado, con ganas de leer más de esta autora.

MILF de Carlos Zanón, una historia divertida de un hombre abandonado por su mujer, que busca refugio con su madre, lo único que le queda. La situación se torna cada vez más penosa y bochornosa, y es en ese bajar al fondo del pozo donde este relato con giro final te deja una sonrisa.