Los crímenes de la academia

"Los límites que separan la vida de la muerte son, en el mejor de los casos, sombríos y vagos"

Me ha gustado este thriller gótico con un veterano detective forense que se encarga de investigar un sinoestro asesinato en la academia militar de West Point donde estudia un tal... Edgar Allan Poe. No solo el eterno y mítico poeta tiene su papel en esta historia, es un personaje esencial en la trama y el desarrollo. Lo curioso de esta premisa es que por ambientación y época, es la primera vez en la que vemos al escritor mucho antes de su fama como uno de los grandes escritores góticos, pero también de ficción detectivesca.

Louis Bayard realiza un importante ejercicio de suspense y economía de palabra, utiliza bien sus recursos narrativos para dentro de sus diversas ramas argumentales exponer siempre capítulos de forma coherente y efectiva. Quizá todo su narración se descontrola por momentos al tender más al homenaje a Poe que al propio caso en sí y ofrecernos un origen de la obra del poeta.

Los crímenes de la academia es un thriller efectivo, muy interesante en su planteamiento y desarrollo, mezcla de varios géneros como base al gótico pero, sobre todo, un claro guiño a Poe y su obra. Toda su ambientación es bastante atmosférica y nos mete de lleno en esa siniestra academia y sus oscuros habitantes. Nos esperan efectivos giros de guion.

Crímenes y misterio en un marco histórico… ¡qué difícil me resulta resistirme a estas premisas! Es por eso que esta novela se vino para casa.

Si os gusta leer el libro antes de su adaptación cinematográfica, ya estáis tardando en leer la novela de Louis Bayard pues la película se estrenará en cines en Navidad y en Netflix el 6 de enero. Película protagonizada por Christian Bale a la que se le está dando mucho bombo. Sinceramente, habiendo leído el libro, creo que la película promete mucho.

Éstas son mis impresiones (del libro, obviamente).
La historia transcurre en el año 1830 en la academia de West Point. Uno de los cadetes que se estaban formando allí aparece muerto. Aparentemente se ha suicidado. No obstante, al día siguiente se descubre que su cadáver ha sido profanado: alguien le ha arrancado el corazón. ¿Por qué? Y eso nos lleva a preguntarnos si la muerte fue realmente un suicidio.

El director de la Academia acude a un ex policía jubilado que vive por la zona: Augustus Landor trabajó en Nueva York y resolvió unos cuantos casos sonados por lo que obtuvo cierta fama. Como la dirección quiere mantener la muerte y posterior profanación en secreto y no acudir a las vías oficiales, decide confiar en la discreción del viejo detective quien se traslada a un hotel de la zona y obtiene acceso libre a la academia para poder realizar sin trabas su trabajo de investigación. Una investigación en la que tendrá un ayudante de excepción: Allan Edgar Poe. A la sazón tan solo uno más de los cadetes que estudian en la Academia.

La novela comienza el 18 de abril de 1831 y nos habla directamente Landor quien, según nos confiesa, estará muerto al cabo de unas pocas horas. Nos hará partícipes de la investigación de la que se ocupó en octubre de 1830 en la Academia de West Point. Él y Edgar Allan Poe serán los dos narradores de la historia, ambos en primera persona. Cada capítulo comienza con el título de “Narración de Augustus Landor” o “Informe de Edgar Allan Poe a Augustus Landor” según quién de los dos protagonistas tome la palabra. Landor dirige la investigación, Poe se dirige a él.

Lo que más me ha gustado de la historia es la ambientación en la Academia de West Point en 1830. La citada Academia se había fundado poco antes, en marzo de 1802 y aún no tenía la fama ni el prestigió de la que gozó tiempo después. Por eso el director no podía tolerar escándalos que pudieran comprometer su buena fama y por eso encargó la investigación de la muerte de un cadete a un detective privado. Prácticamente toda la historia transcurre entre los muros de la academia; sólo en ocasiones salimos al exterior, ya sea la casa de Landor ya la taberna a la que suelen acudir los cadetes. La idiosincrasia de la institución, sus estrictas normas, la forma en la que allí viven los cadetes impregnan la novela de un tono de lo más curioso que a mí me ha resultado atractivo.

Otro punto interesante es la intervención –como protagonista además- de Edgar Allan Poe. El que posteriormente sería famoso escritor es aquí un cadete más, aún joven (aunque menos que el resto de cadetes porque tiene una vida anterior) y un tanto extraño quizás. Ya apunta maneras de lo que luego será. Por casi casualidad se va a convertir en asistente de Landor, atraído éste por la perspicacia del joven. Así tenemos una pareja investigadora al estilo de Holmes y Watson o tantas otras parejas investigadoras literarias. Ambos protagonistas, cada uno en su estilo, me han gustado mucho. Ambos aportan un tono distinto a la narración. La de Landor es más objetiva e imparcial, más técnica por así decirlo a la par que más sencilla. Cuenta las cosas cómo ocurrieron o cómo el las fue descubriendo. En ocasiones se dirige directamente al lector, implicándole en la historia. La voz de Poe es más artificiosa y literaria, con un tono un tanto grandilocuente, resabido y resabiado…, en fin, es Poe. Desde luego, Poe como personaje es lo que hace distinta a esta novela y el autor ha hecho un buen trabajo a la hora de “meter” un personaje tan famoso en una historia ficticia como ésta y caracterizarle como lo hace. En todo caso, que Poe pasó por la Academia es un hecho cierto.

La novela tarda en coger ritmo. La primera mitad me pareció más bien lenta. El autor se toma su tiempo para presentar el lugar, los personajes y los hechos. Además, los informes de Poe resultan muchas veces un tanto repetitivos de lo que ya ha contado Landor mientras que en otros casos se va por las ramas contando cosas interesantes, sí, pero que poco o nada tienen que ver con la historia en sí. Son interesantes, se leen a gusto pero hacen perder ritmo a una historia que no tiene demasiado ya de por sí. Aunque luego la historia se va complicando para acabar con un giro absolutamente inesperado. Y es que te das cuenta de que el autor te ha llevado por donde ha querido llevarte, que te ha hecho creer que lo sabías todo y que no te podría sorprender con nada así que, cuando menos te lo esperas, ¡zasca!: un giro bestial que pone todo patas arribas y te deja con la boca abierta.

Conclusión final

“Los crímenes de la academia” es una novela de misterio de corte clásico tanto por la historia en sí, por la época en la que se desarrolla como por los personajes con el equipo investigador a la cabeza. Una novela que tiene el aliciente de descubrir a un joven Edgar Allan Poe en un papel en el que no nos imaginábamos, como cadete en la Academia de West Point. Una novela un tanto lenta pero con un final muy sorprendente.





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Mentiría si os dijera que no se me van los ojos detrás de una portada con salpicaduras de sangre. Luego leo la sinopsis y decido si hacerme con ella o dejarla pasar. Evidentemente, “Los crímenes de la academia” no fue una de las que dejé pasar y por eso hoy comparto mis impresiones sobre una novela con un planteamiento original que tiene una adaptación cinematográfica, protagonizada por Christian Bale y Robert Duval, que se estrenará muy pronto en Netflix.
Horas antes de su muerte, Augustus Landor, un policía retirado de Nueva York, recordará las circunstancias que rodearon la investigación de un espantoso asesinato ocurrido en la instalación militar de West Point. Fue en octubre de 1830 cuando la institución, que todavía no gozaba del prestigio que con el tiempo se granjeó y para evitar un escándalo, contrató los servicios de Landor para resolver un extraño hecho. Un joven cadete se ahorcó y su cuerpo fue posteriormente sustraído y profanado. Durante la investigación, solicitará la ayuda del cadete Edgar Allan Poe, para que sea sus ojos y oídos dentro del campus...
De esta manera comienza una novela que cuenta con una buena premisa, pero tiene un desarrollo de cadencia pausada, tardando bastante en arrancar, por lo que los lectores deberán armarse de paciencia en este sentido. En ella, su autor ha querido dejar constancia de la efímera etapa que Edgar Allan Poe pasó en la Academia Militar de West Point, donde ingresó a principios de 1830. Ha llevado a cabo un buen trabajo al contextualizar tanto la época como al poeta mismo. A mi parecer, la presencia de este joven Allan Poe como personaje es todo un plus para la historia. A través de una serie de informes que elabora para Landor, alguno de ellos perfectamente obviable porque no aporta nada a la resolución del caso y en los que tiende a dejarse llevar por su estilo grandilocuente, empleando un lenguaje anticuado y denso, auténtico hasta cierto punto, aunque tiende a ralentizar en ocasiones la lectura, conoceremos a un cadete culto, sagaz e imaginativo, algo mayor que el resto. Presenta a su vez una faceta perturbadora, con el estigma de indisciplinado, insolente y presuntuoso, de misterioso pasado y afición por la bebida, que destacó en disciplinas tan dispares como las matemáticas o el francés.
Poe y Gus Landor forman un equipo interesante, con distintas y atractivas voces, y van a llevar a cabo una investigación encubierta y poco ortodoxa que de salir a la luz podría causar un daño irreparable a esta incipiente institución. El misterio y el suspense están perfectamente dosificados por el autor e irán in crescendo conforme nos acercamos a un giro final sorpresivo que pocos verán venir, pero que no me ha terminado de convencer porque lo he visto algo forzado.
El lector se desplazará por el argumento siguiendo la voz intimista, en primera persona, del propio Gus Landor, el personaje encargado de impulsar el relato y proporcionar una visión más personal de los acontecimientos. El tono de conversación desenfadado de este narrador es inusual, ya que en cuantiosas ocasiones se dirige directamente a su lector. Este estilo narrativo hace que la lectura de la novela sea bastante entretenida y te impliques más en ella.
Sintetizando: “Los crímenes de la academia” es una novela de suspense de corte clásico que cuenta entre sus personajes con un joven Edgar Allan Poe y está ambientada en la Academia Militar de West Point, en 1830. Es por esto que recomiendo su lectura a aquellos que disfrutan del misterio de época en general y a los fanáticos este genio de la literatura gótica en particular.

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Un libro que sin duda deja huella, sobre todo por su final tan sorprendente e inesperado. Esta lleno de giros y en todo momento te sientes muy implicado en la historia, en la investigación tan detallada y meticulosa que llevan a cabo a través de su narrador, ya que esta contada en primera persona a modo de escritos por fechas y en las que interactua continuamente con el lector dirigiéndose así a nosotros en muchos momentos. También tenemos de forma intercalada los informes de un joven cadete llamado Edgar Allan Poe. Este personaje me ha parecido todo un extra, un joven muy particular, soñador y muy inteligente, con carecías importantes como la falta de cariño y amistad. Un personaje real con momentos ficticios, aunque ya es escritor y muestra parte de su arte.
Nuestro protagonista principal, Landor, es un hombre jubilado, meticuloso en extremo, que guarda muchos secretos, vive solo y se siente solo, en Poe encontrará una amistad inesperada, comprensión y compañerismo.
La acción transcurre en la mítica academia militar de West Point en sus momentos más bajos y me ha parecido muy bien ambientada y con un gran trabajo de documentación.
Esta todo muy bien hilado y nos engaña con facilidad, cuando crees que has acertado en las conclusiones, te sorprende con el final.
Tenemos crímenes, un ambiente sombrío, rituales y muchos sospechosos.
Lo recomiendo y sin duda no os defraudara esta historia y si pensáis ver la adaptación, no dejarlo mucho tiempo que en enero ya esta la película.

Una novela de suspense que recuerda mucho a los clásicos del género por su época (1830), su investigador peculiar (un detective jubilado)y su narrativa. Toque extra por añadir a Edgar Allan Poe como personaje (ojo, no es lo que esperáis) y vincular la literatura a una investigación criminal de la mano de este.

Es un thriller muy elaborado, cargado de matices y de información en cada capítulo. No es ligero de leer, más bien denso y para hacerlo concentrado, para que no se te escape nada. Su toque de ficción histórica suma mucho a esta lectura. En mi opinión es más bien un thriller histórico.

La trama es brillante, y cargada de giros, pero de los que se cuecen a fuego lento, los que tienen un porqué. Se entremezclan el suspense, con ritos religiosos y una academia militar dónde suceden muchas cosas y se tapan muchos secretos. La relación entre Landon y Poe que se forja durante la novela es de lo mejor. Ambos son dos personajes muy peculiares.

Aunque me ha gustado, a veces se me ha hecho algo lenta su lectura, demasiado clásico y recargado para mi gusto. Aun así, si os gustan los clásicos del género negro y policial, no lo dejéis escapar, es una gran opción de lectura.

Por cierto,Netflix prepara pronto una película basada en el libro, con Christian Bale y Robert Duval como protagonistas.