–Solo quiero oírte decirlo: estoy celosa. –Ya lo he dicho, idiota. Estoy celosa. ¿Por qué no iba a estarlo? Daemon ladeó la cabeza. –Ah, pues no sé. Tal vez porque nunca quise estar con Ash, y a ti te deseé desde el primer momento en que te vi. Y, antes de que empieces, ya sé que lo demostré de pena, pero tú sabes que te deseaba. Solo a ti. Es una locura que estés celosa. |