Opal de Jennifer L. Armentrout
Estar así con él era como emplear la Fuente, salvo que más potente. La sensación de ir en una montaña rusa estaba presente, pero era diferente y más intensa, y Daemon estaba allí conmigo. Era absolutamente perfecto y hermoso. Después de lo que me parecieron horas, y sinceramente podrían haberlo sido, Daemon me dio un beso suave y profundo. –¿Estás bien? |