Cómo todas sus novelas, aquí Carlos Pérez Merinero nos lleva a su particular mundo oscuro, lleno de tristeza y perdedores, lleno de enfermedades y de pocas salidas. Un parado y sin futuro monta un negocio con su suegro y se les cruza una cleptomana y empiezan las aventuras, unas aventuras dignas de Pérez Merinero, enrevesadas y no habituales. Lo demás hay que leer la novela y llegar a un final, que, francamente no lo vi venir. |