MEZCAL: 37

Clasificar o encasillar esta novela en un solo género sería un gran error por mi parte.
Tengo la certeza de que si Tarantino le echase un vistazo ya estaría buscando a los actores precisos para esta historia.

Ha sido inquietante sentir como desde el primer capítulo me he sentido dentro de una película, viendo sin ver y escuchando ya, una banda sonora concreta sin tener más que silencio alrededor.

He sentido el crujir de Mcarthy en algunos pasajes, el peso de una narrativa impactante pero sutil en los detalles y aún así, hay momentos que te desgarran por dentro.

La realidad de un país, México, en su frontera, la miseria, el poder y los misterios que se verán aumentados por una mujer que desde el inicio nos cala hondo con su personalidad firme y sencilla pero contundente. Aunque a veces el desasosiego se presenta de forma inesperada para asegurarnos que contra el poder nunca estaremos a salvo nunca, en ningún lugar.

Erotismo cargado de oscuridad enfrentando el más alto nivel de sensualidad con desafíos hacia el deseo, frente a los más bajos instintos animales que deben refrenarse a punta de pistola. Y aún así, el dolor y la soledad se enraizan en ese desierto lleno de polvo y miseria. Nos alcanza y nos retiene anclados en lugares en los que no queremos estar.

Son muchos los temas que toca y que se van entretejiendo entre ellos. La política, la ambición, el entorno hostil y la muerte que tiene mucho trabajo hasta para aquellos que tan sólo intentan sobrevivir en un mundo que les aprieta continuamente.

Podría seguir diciendo cosas, porque me he enamorado de esta pluma con sus luces y sus sombras, pero solo aportaré un solo detalle más. No he podido cerrar el libro hasta llegar a la última página. Ha sido un maratón de un día en el que me he rendido a los pies polvorientos de los primeros rayos de sol y que cierro ahora con el silencio de la noche donde todos los miedos nos atenazan.

Una maravilla para leer donde las reflexiones abundan alrededor de una trama que contiene su porción de realidad, esa que nos hace mirar hacia otro lado porque no somos capaces de enfrentar siquiera la posibilidad de intervenir y terminar con la violencia porque tenemos miedo a nuestra propia muerte.

Sublime, fuerte y con ese toque de dureza que reconcome. Mucha sangre, mucha violencia y unos giros que... 🫢

📌"Lo que importa es que va desarmado. Yo no. Llevo el revólver bajo el sobaco y el cuchillo en la bota".