En este libro el autor trata de dar respuesta a dos preguntas centrales. Primero, por qué el primer ministro británico se equivocó hasta el punto de que, en lugar de quince años de paz, Europa vivió veintitrés años de guerra devastadora. Segundo, ¿fue esta guerra una experiencia exclusivamente europea como se ha aceptado durante mucho tiempo? A partir de 1789 Europa se vio inmersa en la inestabilidad y las transformaciones cuando la Revolución francesa desencadenó un torrente de cambios políticos, económicos, sociales, culturales y militares. Aunque en un principio se mantuvo a la defensiva, la Francia revolucionaria no tardó en cambiar el rumbo de la guerra y llevar los ecos de los ideales revolucionarios a los territorios vecinos. Napoleón los extendió más allá de las fronteras de Europa occidental. La pugna resultante fue de una escala y de una intensidad inmensas, los Estados europeos no habían recurrido jamás a una movilización tan total de los recursos civiles y militares como la de aquel periodo. También fue una lucha entre grandes potencias a una escala verdaderamente global. Este libro nos cuenta todo ello. + Leer más |