Hemos leído “La papelería Tsubaki” en una lectura conjunta organizada por La Librería Ambulante y justo antes del Marzo asiático, hemos viajado a Kamakura (Japón) para acompañar a Poppo en su día a día como escribiente en La papelería Tsubaki. Verano, otoño, invierno y primavera. Durante las cuatro estaciones llegamos a conocer bien a Poppo, a su antecesora, a los clientes de la papelería y a su vecina, la señora Bárbara (qué grande es la señora Bárbara). Una historia muy tierna que pone el foco en la búsqueda de uno mismo y en cerrar heridas para poder avanzar. Tengo mala letra, pero si tuviera que escribir estas tres frases de la novela me esmeraría al máximo: "En realidad, el arte de escribir no se diferencia tanto del arte del trato cara a cara: la clave está en respetar al interlocutor y guardar las formas para evitar malentendidos. Como en casi cualquier ámbito, no hay formulas mágicas ni verdades absolutas". "Tenía cierta maña para transformar mi caligrafía y adaptarla a la personalidad de mis clientes. Eso, en contrapartida, implicaba que no conocía mi propia letra". “Deberíamos cuidar lo que conservamos en lugar de perseguir lo que hemos perdido”. + Leer más |