Johannes Climacus o De todo hay que dudar

Todos somos filósofos. El ser humano dispone de una filosofía natural por medio de la que explica el mundo, su mundo.

Las personas interpelamos e interpretamos lo que acontece a nuestro alrededor situándolo en un espacio físico y en un tiempo
.
Cuando nos hacemos preguntas e intentamos darles respuesta no hacemos otra cosa mas que filosofar, así pues, ante esta premisa real, todo ser humano es filósofo.

Veremos otra filosofía, la filosofía literaria, la del pensamiento no profano, la de los pensadores especialistas, la del pensamiento filosófico instruido.
Se habla de Soren Kierkegaard como del filósofo, cuyo pensamiento inició el desarrollo del posterior movimiento existencialista.

En Johannes Climacus o de todo hay que dudar, Kierkegaard, ha decidido contarnos una parte de su vida a través de Johannes Climacus, un joven que se va interesando de un modo fervoroso y apasionado por la filosofía.

El joven Climacus tiene muchas preguntas y menos respuestas, Kierkegaard nos irá mostrando el difícil, penoso e inmisericorde camino por el que ha decidido transitar el joven Climacus a través de la voz de Soren Kierkegaard.

La obra revisa la importancia y trascendencia que tendrá Michael Pederson Kierkegaard, padre de Soren, profundamente religioso y con un carácter fuertemente melancólico. Soren estudió teología como le había sugerido su padre.

Comenzó a publicar siendo muy joven, su obra más señalada es Post-scriptum (1846) en la que vuelve a retomar el pseudónimo que ya utilizara anteriormente.

Si nos preguntamos quien es el Climacus de Soren Kierkergaard, nos lo dice en el libro, Climacus es un abad, un asceta de Santa Catalina en el monte Sinaí.
Se trata de Juan Climaco, un religioso, alguien que ha decidido alejarse del mundo, salir del mundo y de sus complejidades vanas.

Soren nos hará una definición de lo que caracteriza su idea del personaje señalando en esta obra: “el camino de acceso a la verdad mediante la disposición ordenada de los razonamientos y consecuencias”.

La evolución de Soren Kierkergaard en el plano personal y filosófico se irá viendo y sustentando a través del recorrido con este escrito.
Los incesantes giros dialécticos a los que se verá obligado, empujado por los nuevos conocimientos, respecto a lo que sus contemporáneos dieron en llamar filosofía moderna y cuyo principal impulsor fue Hegel.

Si la filosofía moderna comienza por la duda, esta será la que atravesará de un modo inmisericorde al joven Soren, no desea rodear este nuevo concepto de la filosofía quedándose a pensar desde las afueras y desde ahí ir contemplando su perímetro.

Lo que necesita es entrar en ella, escudriñarla, quedar herido, herirse él mismo en ese intento.
Para Kierkergaard y como señala en la obra textualmente “la duda en sentido estricto es el comienzo de lo épico, pues tan pronto como yo actúo subyace un interés en mí mismo, de tal manera que yo me hago a mí mismo responsable y, de este modo, adquiero significado.”

Soren Kierkegaard muere muy joven y hasta ese día, todo su trabajo se centrará fundamentalmente en intentar desentrañar cuantos misterios acompañan al clamor de esta nueva filosofía. cuyos hijas, la duda y la ética constituirán el estudio incesante al que atenderá el joven Soren Kierkegaard.

Todo es confusión en los planteamientos filosóficos, también en los suyos propios.
El libro cuenta con reflexiones, que conviene tener en cuenta, simplemente para intentar ser mejores.

Solo por animarnos a dudar, tal como nos sugiere y se duda en el libro, ya merece la pena.