Historia de Rodrigo

Quizá, frente a otras novelas, cabe decir que hay que ir preparado cuando nos embarcamos en esta novela de fantasía, con aromatizantes históricos y retranca castellana (aunque esta no sea exclusiva de mi tierra, pero siempre me gusta adjudicársela.
Prepararse en qué sentido, bien, la novela nos ofrece una historia diferente de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar (que en esta novela pudo no se de Vivar –vamos, como en la vida misma–), el Cid Campeador. La diferencia radica en una inversión genérica de algunos de los personajes históricos (más bien de la mayoría) y en la incorporación a la historia del destierro las apariciones marianas que ayudarán a Rodrigo en su cometido.
El culo fuera del asiento
Esta es la mejor expresión que se me ocurre para explicar cómo nos quedamos después de inicio de la novela, que por otra parte, aunque lo he sufrido en desconcierto, ha terminado gustándome muchísimo por lo ingenioso y onírico del mismo.
La obra comienza, como muchos de los tomos medievales con una cédula real, que indica que se permite la publicación del libro; la fe de erratas, donde se consigna la corrección de la obra, la tasa donde se indican los costes; y, finalmente, la aprobación real de la publicación del libro. Bien, desde luego un comienzo diferente, pero no deja de ser algo formal. Sin embargo, a continuación y casi sin descanso, asistimos al destierro de Rodrigo y su subida al cielo.
Es aquí, como podréis imaginar, donde el lector se queda un poco perplejo. No voy a daros pelos y señales, pero sí que es verdad que la autora consigue explicarnos toda la idiosincrasia de este cielo mariano (ya que el máximo exponente es la Virgen María) con sus jerarquías, sus rencillas internas y su motivación para con los humanos. En este sentido, recogemos aquí a los personajes de Geperudeta, Martirio, Amparo e Inocencia, una virgen y sus advocaciones, que son las que traen toda la fantasía y dislates a esta novela.
Y la otra historia
Otra cosa que destaca de la obra es que, aunque la historia, sin duda, es la de Rodrigo, gran parte de la novela estamos asistiendo a las acciones de quienes han provocado su destierro y de quienes propiciarán su actuación en Valencia. de este modo, la trama principal nos llevará a las intrigas políticas, palaciegas y amorosas de los reyes castellanos del siglo XI y los emires de los reinos de taifas. Bueno, en realidad las reinas y las emires.
Esta es, si tuviéramos que decir solo un rasgo distintivo de la obra, la clave del asunto. En la obra se han cogido personajes históricos reales como base para las reinas y caballeras que desarrollan la narración. Una narración que se da piquitos amorosos con los hechos históricos y que hace que leamos con avidez, ya que se nos invita a descubrir qué nuevo giro o cambio encontramos en lo que ya conocemos.
Experiencia
Creo que es la palabra que mejor define mi sensación con la obra. Es una lectura exigente, porque bien es cierto que cuando conoces los referentes históricos es más divertida, además, en algunos casos, toma ese estilo medieval caballeresco que en algún punto puede hacerse más pesado, y añadimos a eso las narraciones de batallas, que son muy cinematográficas, pero a veces por el propio caos, en mi caso, me he perdido.
Sin embargo, con esto, sí os puedo decir que es una novela que he disfrutado, aunque se me haya hecho en algún punto larga, y que sobre todo me ha sorprendido para bien en todos esos puntos diferentes, controvertidos y fantásticos que ha ido metiendo la autora. Desde luego, una lectura que no os dejará indiferentes, así que os animo con ella. Espero que os guste.


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