¡Ese chico es mío!

Dulce es una muchacha que atiende un puesto de frutas y verduras. le gusta salir divertirse pasar tiempo con sus hermanos y sus amigos pero lo que sí está de menos encontrar a alguien que quiera estar con ella pasar tiempo a su lado.
Parece que está condenada a ver pasar de largo a chicos que le gustan y le parecen interesantes hasta que un día se harta y decide plantar batalla a su encargada a ver quién de las dos puede más.
Esto la llevará a vivir algunas situaciones hilarantes, desesperantes e imprevistas que le toca afrontar de la mejor manera posible.
Por el camino conocerá a otras personas pero ella no pierde de vista a su objetivo caiga quien caiga.
Con una prosa fluida, la escritora nos presenta la vida de Dulce y a quienes la rodean; una muchacha con sus manías, a veces incomprendidas, sus defectos y un gran corazón que la mete en algún que otro problema.
Adéntrate en esta historia que se lee en un par de ratos, llena de enredos, equívocos y coincidencias que trastocarán la vida de Dulce y te harán pasar buenos momentos frente a sus páginas.
Leerás sobre prejuicios, discriminación, amor, amistad y la importancia que se da a los pequeños rituales que nos dan seguridad aunque los demás no los comprendan. Un libro para no perdérselo.

Dulce es una chica que no tiene demasiada suerte en el amor, chico que le gusta, chico que le acaban quitando, así que tras el último desastre amoroso decide que ya es hora de hacer un cambio en su vida, que nadie más le va a robar ningún chico.

Su amiga Sandra le ayuda mucho a infundarse valor, pero quien más peso tiene para ello son unas bragas de Wonder Woman que se compró. Cuando las lleva se siente que puede con todo, así que no duda en echar mano de esta prenda para cuando necesita sentirse valiente.

Tiene una trama sencilla y muchísimo humor. La amiga y compañera de trabajo de Dulce, Sandra, te hará soltar un par de carcajadas sin duda alguna. Es una mujer que no tiene un pelo en la lengua y que tampoco tiene reparos en soltar todo lo que piensa de la forma más bruta posible.

La autora ha sabido tocar un tema que está muy al día, desgraciadamente desde hace muchísimos años, el racismo, de una forma sutil pero dejando claros los casos. Todos somos conscientes de esto cuando se hace de forma descarada y de la más simple, que es el odio hacía otro por el simple hecho de ser diferente o ser extranjero, pero hay otras veces que se encuentra escondido en pequeños gestos, que de estos, no siempre resulta fácil darse cuenta.

Resumiendo... Es una lectura que seguro que disfrutareis. Es ideal para desconectar del día a día y divertirse.
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