Cuando cumplí cuarenta (Editorial Minúscula, 2024), de Gonzalo Maier, es uno de esos libros de los que me he enamorado y a los que he llegado de casualidad, paseando sin rumbo por La Central. Me sentí atrapada por su portada, un título con el que me identifiqué al instante y por una edición que cabe en la palma de mi mano. Y eso me encanta. Aunque la literatura de Maier se ha descrito "como un lugar de resistencia, de libertad, de un juego imposible" y ha sido catalogado por la crítica como "el secreto mejor guardado de la literatura chilena reciente", a mí me resulta una píldora lingüística que atraviesa mi memoria y consigue hacer mías sus emociones. Porque, este es uno de esos libros que se han escrito para mí. Obviamente, sé que esto no es cierto, pero son tantas las anécdotas, los momentos compartidos, las lecturas, las clases, los autores, los viajes en tiempo, los miedos y las sorpresas... Sí, sorprendentemente, aún consigue desconcertarme esto de vivir. Nos hemos hecho mayores y no sabemos cómo ha sido porque, aquí dentro, hay unos niños curiosos, incansables. Eternos. El arte de hacer literatura de lo cotidiano me ha fascinado. Me relamo como una gata mientras releo algunos pasajes. Estoy deseando seguir desnudando su historia, página a página; obra a obra. Pero hoy aún estamos en los cuarenta. Celebrémoslos. Celebremos esta mitad del camino que hemos recorrido juntos. Brindemos. O tomémonos un perrito con kétchup -yo, sí; él, no-, en honor a los días que no regresarán. Enlace: https://www.instagram.com/mi.. + Leer más |
Parece una obviedad, pero no por eso vamos a dejar de decirlo: la literatura es un sistema de relaciones, un cruce de contactos y diferencias que avanza de manera imprevista, a veces desbocada, por caminos simultáneos aunque muy distintos. El catálogo de una editorial podría ser la manifestación muy concreta de ese cruce, de esos encuentros, y hemos pensado que reunir a los autores que conforman el nuestro podría ser una manera efectiva de plasmarlo.
En este caso, se trata de dos autores presentes en la colección Paisajes narrados. Gonzalo Maier con "Material rodante" y Matías Serra Bradford con "Diario de un invierno en Tokio". Los hemos reunido -nos hemos saltado la cordillera que los separa- y nos hemos sentado a ver qué pasa. Y ha pasado lo que esperábamos: han intercambiado pareceres y han profundizado en algunos temas, han conversado y nos han dejado algo valioso e interesante, no solo por el carácter de los entrevistados, sino también por su predisposición para hacerlo sin finalidad pero con una voluntad que caracteriza también sus libros: abrir constantemente el juego. Así, desde el apunte hasta la publicación, pasando por la voluntad y el montaje, se han detenido en temas que se han ido acumulando, como en una feliz sobremesa, que, lamentablemente, no hemos podido alargar para siempre.