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“Los hijos de Baanaue" de Javier Raya Demidoff es un fascinante viaje a un futuro distópico donde la maternidad se ha convertido en un bien controlado y comercializado. En este cautivador thriller de ciencia ficción, seguimos a Angie Carter en una misión que no solo desafía los límites del espacio, sino también los de la moralidad humana.



La historia nos sumerge en un mundo donde la fertilidad es un recurso escaso y preciado, controlado por poderosas corporaciones tecnológicas como Gardner Genetic Systems. La trama se despliega con la asignación secreta de Angie para acompañar a un dignatario naui de regreso a su hogar en la luna de Baanaue, donde se han establecido vínculos comerciales cruciales para la supervivencia de su mundo.



Sin embargo, lo que promete ser una misión rutinaria se convierte rápidamente en una lucha por la supervivencia cuando un imprevisto técnico revela una oscura conspiración que amenaza no solo la vida de Angie, sino también la de sus seres queridos. A través de giros inesperados y una intriga bien elaborada, Raya Demidoff nos sumerge en un mundo donde la ambición humana y el afán de lucro no conocen límites, incluso a costa de sacrificar la ética y la vida misma.



La narrativa en primera persona nos permite conectar profundamente con Angie, nuestra valiente protagonista, cuyas motivaciones y luchas personales nos mantienen en vilo a lo largo de la historia. Raya Demidoff crea personajes complejos y vívidos que no solo sirven como vehículos para la trama, sino que también nos invitan a reflexionar sobre temas como la traición, la lealtad y el precio del progreso científico.



Uno de los aspectos más destacados de "Los hijos de Baanaue" es su capacidad para abordar temas universales a través de la lente de la ciencia ficción. La exploración de la maternidad en un mundo donde las relaciones familiares han sido redefinidas por la tecnología plantea preguntas provocativas sobre la naturaleza humana y el futuro de la reproducción. Además, la trama hábilmente entrelazada con elementos de conspiración y especulación científica añade un ingrediente adicional de intriga que te mantiene dentro de la novela.



En conclusión, "Los hijos de Baanaue" es una novela de ciencia ficción contemporánea que cautiva desde la primera página hasta el último suspiro. Con una trama original, personajes memorables y temas provocativos, Javier Raya Demidoff nos ofrece una narración emocionante que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre el mundo que estamos construyendo y las consecuencias de nuestras acciones en él. Una genial lectura para los amantes del género y para cualquiera que busque una experiencia diferente..

Leer novelas de ciencia ficción ambientada en un futuro de la humanidad siempre lleva consigo sorpresa, porque nunca sabes qué “locura” se le ha podido ocurrir al autor ni qué posible futuro nos podría deparar. Nunca se sabe si podría hacerse realidad.



En este caso, sí, los experimentos científicos que nos plantea Javier son una locura. Esperemos que no haya ningún científico loco en la sala que lea la novela y se ponga manos a la obra jajaja.



Centrándonos un poco en la novela…



“Los Hijos de Baanaue” me recuerda mucho en algunos aspectos a la ambientación distópica y algunos personajes de la película Blade Runner, aunque más a su secuela, Blade Runner 2049, y, en otros momentos de la historia, a la serie The Orville, entre otras.



No quiero entrar en muchos detalles para no hacer spoilers, pero me parecieron fantásticos, sorprendentes y muy útiles los trajes que llevan los protagonistas y sus habilidades. Me encantaría tener uno para mi día a día. Sin embargo, algo que me pareció bastante imposible es lo del “huevo” y hasta ahí puedo llegar sin hacer spoilers.



Al señor Philip el incontinente, el chismoso… es un personaje con una personalidad bastante odiosa, al menos en la primera parte que aparece. Luego, más adelante, cuando vuelve a aparecer en escena, resulta un personaje totalmente distinto. El resto de personajes de la historia mantienen su personalidad hasta el final, pero el caso de Philip Belair y su cambio de personalidad me resulta un tanto extraño.



Desde mi punto de vista, el tema LGTBI me ha dado la sensación de haber sido metido un poco con calzador en esta historia y creo que no tiene mucho sentido, porque creo que el autor nunca tuvo claro que personaje iba a pertenecer a ese colectivo. Yo hubiera obviado ese vano intento de expandir el horizonte de lectores.



En conclusión, personalmente, la novela no ha sido lo que esperaba porque tiene muchos más puntos negativos que positivos en distintos aspectos. Sí que tengo que decir que la pluma del autor y su imaginación son bastante buenos, y la historia también lo es al igual que sus personajes, aunque a mí no me ha llegado, pero en ciertas partes de la novela he disfrutado mucho de ella.





Muchas gracias al Equipo de Babelio y a la Editorial Premium por el envío del ejemplar en esta edición de Masa Crítica.



Enhorabuena, Javier, por ser honrado como ganador del V Premio de Ciencia Ficción ‘Ciudad del Conocimiento’.
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