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🛑 PARA 🛑 Si vas a leer esta reseña con prisas, para un momento, coge aire 🌬️y prepárate para disfrutar. Ya sabes que, si vamos demasiado rápido, nos perdemos cosas importantes. Y Don Prisas se las perdía todas. 👨🏻Él era un hombre normal, con un trabajo normal y, como desgraciadamente es normal en nuestra sociedad, con un ritmo de vida ACELERADO, muy acelerado. Desde que se levantaba de la cama, pegaba un salto y comenzaba su ritmo frenético. 🏃🏻♂️Tanto tanto corría constantemente que no se daba cuenta de absolutamente nada de lo que ocurría a su alrededor. 👀No vio que se dejó atrás el maletín. 👀No vio que 2013 hormigas, + o -, se estaban comiendo su magdalena. 👀No vio que la señora del hospital había tenido quintillizos🤰🏻y su marido había contratado a unos mariachis para festejarlo (que ni vio ni escuchó). 🤔 ¿Aprenderá Dos Prisas que es necesario bajar el ritmo de vida y contemplar lo que ocurre a nuestro alrededor? -------- Ya lo dice la contraportada. Este libro se lee a dos velocidades: a toda carrera, como Don Prisas, o despacio, para disfrutar. Tú eliges. Este libro se mira a dos velocidades: por encima, como Don Prisas, o buscando todos y cada uno de los montones de detalles que hay en cada rincón de cada abarrotada página. Tú eliges. Un #albumilustrado de estructura repetitiva que es, a la vez, un estupendo #librojuego de #buscayencuentra solo para aquellos que se paren lo suficiente. Atractivo para los peques, por el juego incorporado, y atractivo para los que no somos tan peques, por el importantísimo mensaje que transmite (me ha ENCANTADO 😍). + Leer más |
Literatura infantil, juvenil y adulta de la mano de los mejores autores e ilustradores.
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Críticas recientes
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La historia de siempre contada a través de imágenes. Beatríz Martín Vidal nos sorprende esta vez con maravillosos dibujos oscuros salpicados con el rojo de la caperucita. Para mí, una de las mejores ilustradoras del momento. Simplemente maravilloso
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Aunque la historia no está nada mal las ilustraciones son tan y tan llamativas que uno se pierde en ellas. A medida que leíamos el texto buscábamos en ellas y no había manera de encontrar al protagonista, no dabemos si no supimos dar con él o si simplemente no estaba, pero habían tantas cosas y tantos colores que resultaba mareante. En la historia nos encontramos a un caracol que quiere cambiar su concha por otra mejor y después de anhelar tanto el gran momento del cambio, se da cuenta de que tal vez eso no era lo que estaba buscando. |
