Un crimen de un miembro de la congregación, Victor Strandgard, llena las portadas de los periódicos, Rebeca Martinsson, al otro lado del país, recibe una llamada de la hermana del fallecido solicitando su ayuda. Tras un viaje corto, Rebeca se adentra en la búsqueda del culpable mientras cuida de las hijas de Sanna. En el libro acompañamos a Rebeca y también a los policías que se ocupan del caso en buscar quién podría matar a un hombre concebido como un santo.
No sé cómo valorar este libro, me he quedado gratamente sorprendida. En este tipo de novelas, normalmente, así que llegas a la mitad ya supones quién es el culpable, en esta, aunque intuyes quién podría ser, no es hasta el final que lo descubres todo de golpe, y aunque es una sorpresa que no te esperas es cierto que para mí gusto le faltan páginas. He sentido que necesitaba leer más, tener más páginas en ese final y no recibirlo como una bomba sin explicación.
Me ha gustado y me he quedado con ganas de más, después me he enterado que pertenece a la saga de Rebeca Martinsson y la alegría se ha apoderado de mi cuerpo, porque ese final no queda del todo cerrado, existen todavía diversas incógnitas por cerrar. El personaje de Rebeca me hace acordarme de Molly de Fago, aunque no tengan la misma profesión, pero he sentido esa simpatía hacia ella desde el primer momento.
Todo el mundo elogia la narrativa del libro y, a mí parecer, es simple pero certera. No existen grandes frases, pero tiene ese poder adictivo que te hace no querer parar de leer hasta saber lo que ocurrió, no se anda con florituras, no adorna cada suceso, va a la acción y al pensamiento. Eso me ha gustado, pero también he tenido la sensación que está escrito como si fuera un primer libro, como si la autora acabara de salir al mercado. Para nada me ha desagradado pero, si es cierto que sus 370 páginas se me han hecho insuficientes sobre todo porque el final está explicado como una bomba que te atrapa y te sorprende pero no queda del todo desarrollado. No sé si es una técnica para que te vayas a por el segundo libro o si quería que fuese algo así.
Me ha costado muchísimo ponerle una nota al libro, porque me ha gustado, lo he devorado y quiero más. Pero también es cierto que se me asemeja el estilo a Camilla Lackberg y si tuviera que quedarme con una sería con Lackberg. He estado en una encrucijada para saber la nota y me he decidido por el 3'5, una nota que suelo ponerle a libros que me gustan, que puede ser que quiera volver a leer pero que no han llegado a llenarme del todo.
Dicho todo esto creo que será una serie interesante y que mantiene bien el ritmo del libro aunque tenga ese final tan abrupto.
Enlace:
https://www.instagram.com/p/..