La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina
Tal vez fuera la soledad, esa compañía siniestra que vive dentro de uno y en ocasiones es olvidada pero que jamás desaparece.
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La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina
Tal vez fuera la soledad, esa compañía siniestra que vive dentro de uno y en ocasiones es olvidada pero que jamás desaparece.
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La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina
Porque nadie se resiste al hipnotismo de un atardecer en el mar, ni siquiera los de la mirada carcomida de atardeceres
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La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina
Le enseñó a sentirse bella, porque el amor hacia uno mismo necesita a los demás.
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Los solitarios de Álvaro Arbina
En la historia de la humanidad el único culpable es el ser humano en sí, como especie y como colectivo.
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Los años del silencio de Álvaro Arbina
Los silencios suenan diferente en función de lo que sienta cada uno al escucharlos.
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Los años del silencio de Álvaro Arbina
La cultura, ya sea en un libro, en una pantalla, en un lienzo o en una partitura, es una vacuna contra la ignorancia, la estupidez y la barbarie.
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Los solitarios de Álvaro Arbina
No existían razones para tener prisas (...). Solo a veces, pero la cantidad de «a veces» varía dada por la medición subjetiva de cada uno. Además, ese «a veces» era contagioso y se volvía costumbre hasta dejar de ser «a veces» y pasar a ser «siempre».
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Los solitarios de Álvaro Arbina
Lo de adquirir rolas, lo de hablar diferente y tener opiniones diferentes, incluso pensar diferente en función de la circunstancia, era cuestión inherente a las relaciones humanas. Natural. ¿Quién no se adapta al entorno? La cuestión era que poca gente lo admitiría. Las personas son armarios de personalidades. Un modelo para cada ocasión.
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Los solitarios de Álvaro Arbina
Somos como los espectadores de un coliseo. Buscamos historias de lucha, de vida y de muerte.
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Los solitarios de Álvaro Arbina
La ignorancia concede capacidades sobrehumanas y hace posible lo imposible
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La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina
Los humanos formaban las notas, los compases, pero no decidían cuál formar, no decidían su melodía, porque solo seguían el guión.
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La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina
Dos partidos, uno liberal y otro moderado, que se habían alternado en el gobierno entre sobornos a banqueros y farsas electoralistas con votos comprados, en un proceso vicioso como el ciclo de las estaciones
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La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina
Yo soy partidario de la decencia, padre. Se pueden llamar como quieran: moderados, carlistas, liberales, progresistas o demócratas, dirigentes todos que se turnan para modificar solo la fachada, sin que nada cambie en realidad
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La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina
"¿Se puede cambiar la historia, profesor? ¿Es ella la que nos escribe o nosotros la escribimos a ella?"
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La sinfonía del tiempo de Álvaro Arbina
El futuro no se predice. El futuro se escribe. Suena a burla, sí, pero de burlas se construye el mundo
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?