Diario de un seductor de Sören Kierkegaard
Todo amor, hasta el amor infiel, es misterioso mientras comporte el elemento estético indispensable. Jamás he sentido deseos de tener confidentes o de fanfarronear con mis aventuras amorosas.
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Diario de un seductor de Sören Kierkegaard
Todo amor, hasta el amor infiel, es misterioso mientras comporte el elemento estético indispensable. Jamás he sentido deseos de tener confidentes o de fanfarronear con mis aventuras amorosas.
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Diario de un seductor de Sören Kierkegaard
Me parece que voy a tardar bastante tiempo en volver a tener noticias de la muchacha que se adueñó de mi alma y de todos mis pensamientos con una fuerza tal que cada día la echo más de menos.
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Diario de un seductor de Sören Kierkegaard
No te llamo mío, porque comprendo muy bien que nunca fuiste mío y he sido castigada duramente por haber dejado que mi alma se deleitara una vez con esta idea. Y, sin embargo, he de llamarte mío: mi seductor, mi engañador, mi enemigo, mi asesino, el origen de todos mis males, la fosa de mi alegría y el abismo de mi infortunio.
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Diario de un seductor de Sören Kierkegaard
El libro comienza contando una anécdota en la cual ya te partes pensando en el morro que le echaba este señor a la vida y luego es más de todo esto durante todo el libro. Kierkegaard es toda una experiencia en Filosofía. Interesante forma de acercarte a su pensamiento con este libro que es más ameno que las otras obras con las que te puedes topar, de este gran autor |
El concepto de la angustia de Sören Kierkegaard
Si pudiera permitirme un deseo, expresaría el de que ningún lector fuese bastante reflexivo para preguntar: pero, ¿y si Adán no hubiese pecado?
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Diario de un seductor de Sören Kierkegaard
Aunque no puedo dejar de reírme de Eduard, veo en su pueril proceder algo hermoso. Conozco muy bien las distintas etapas del amor, pero, sin embargo, jamás experimenté una angustia tan palpitante como para perder el dominio de mi mismo.
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Diario de un seductor de Sören Kierkegaard
Cuanto más tienda yo el arco del amor, más honda será la herida. Lo mismo que un arquero, estiro la cuerda, unas veces más, otras menos, y escucho su canto que es mi victoriosa trova, pero no afino la puntería ni coloco la flecha para lanzarla.
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Gregorio Samsa es un ...