Tengo sentimientos encontrados respecto a esta lectura. Por un lado, pienso que tiene frases bastante lindas y que puede llevar a uno a revalorar la literatura de una manera diferente. Habla mucho de lo que es caer en la cotidianeidad y en la rutina del día a día, algo con lo que conecté bastante porque es un tema al que le suelo dar muchas vueltas. Pero, por otro lado, algo que me chocó mucho fue el apego al canon y, dentro del mismo, la graduación que hace en lo referente a algunos autores y autoras. Si bien entiendo el peso que tienen estos libros (y soy muy fanática de los clásicos), me pareció un poco raro que solo se mencionaran este tipo de libros. Tratándose de una novela en la que se habla del amor por la literatura, me habría gustado ver algo un poco más inclusivo; hubiese sido excelente ver un puente de conexión entre clásico y contemporáneo. También sentí que hay como una doble moral en lo referente a la figura de la mujer. En todo momento, los personajes se la pasan diciendo/pensando cosas como “menos mal que estoy rodeado de mujeres inteligentes”, pero las acciones transmiten cosas muy distintas; me pareció un poco irritante ver cómo se sorprendían cada vez que alguna hacía algún comentario con un mínimo de sentido. Teniendo en cuenta que las acciones transmiten más que las palabras, me quedé más con la sensación de que las palabras se las llevó el viento. La verdad, el estilo hizo que de a ratos se me hiciera un poco cuesta arriba, sobre todo porque entre el título y la sinopsis, tenía las expectativas por las nubes, pero bueno, no estuvo tan mal. + Leer más |