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El verano en que todo cambió de Sarah Rusell
Por muchos años que pasaran, nunca dejaría de preguntarme qué llevaba a una mujer a abandonar a un bebé, cuando un hijo es el mayor regalo que las personas pueden tener en la vida.
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El verano en que todo cambió de Sarah Rusell
La adoraba y, además, se parecía tanto a mí, que, si íbamos juntas por la calle, se quedaban mirándonos como si fuéramos madre e hija. Las dos teníamos el cabello castaño, como nuestro padre, y ojos marrones, como nuestra madre, una mezcla de ambos, que se notara que cada uno había puesto su granito de arena a la hora de hacer a sus niñas. |
El verano en que todo cambió de Sarah Rusell
Subiría a una de esas tablas, dejando claro que nadie es quién para decirte lo que puedes o no hacer, lo que eres o no capaz de lograr, que, si tienes un sueño, debes luchar por alcanzarlo, sin que nada ni nadie te frene o te diga que no.
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El verano en que todo cambió de Sarah Rusell
Había llegado el verano, el final del curso en el que me había dejado la vista en los libros, las horas de sueño, los codos en la mesa y la mano entre apuntes y exámenes.
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El verano en que todo cambió de Sarah Rusell
—Surfear no sé si aprenderá mucho, pero desde luego para hacernos reír, esa niña es única.
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El verano en que todo cambió de Sarah Rusell
Dos meses, playa, sol, y una tabla de surf. Soy Amy, y este es mi sueño. |
Lolita...