Guía de brujas para citas falsas con un demonio de Sarah Hawley
Los hombres tóxicos tienen un truco muy astuto - dijo con la amargura de la experiencia -. Excusan su mal comportamiento contándote sus vulnerabilidades. Cómo es difícil que los hombres se sinceren, nos sentimos halagadas cuando lo hacen, y, como somos cuidadoras por naturaleza, deseamos ayudarles. Así que perdonamos su mal comportamiento porque es síntoma de sus problemas emocionales. - Señaló la enredadera -. Luego se enroscan en nosotras, clavando sus garras en nuestra corteza, y nos convencemos de que se hundirán sin nuestra ayuda. Y así, poco a poco, se apoderan de nuestra mente. (Pág. 145) |