Si el tiempo no existiera de Rebeka Lo
Edith Wharton dijo una vez que las mujeres somos como una casa enorme con muchas habitaciones. Está el vestíbulo al que entran las visitas formales, la sala de estar donde entra y sale la familia con libertad y más allá, mucho más allá, habitaciones cuyas puertas nunca se abren. Bernal y Samuel habían abierto esas puertas de par en par. Las puertas de las habitaciones que guardan el alma y se habían colado dentro. |