Raquel Aparicio

Entrevista a Raquel Aparicio sobre Una flor en el asfalto publicada por Tres Hermanas.

Vives de dibujar que es lo que más te gusta, cuéntanos un poco sobre cómo llega la pintura y la ilustración a tu vida y profesión.

Mi padre ejercía de patólogo, Papatólogo le llamamos. No sé si has tenido la suerte de ver una biopsia por el microscopio, un tejido donde mi padre tenía que identificar en el microscopio los patrones de las células teñidos con los vivos colores de la hematoxilina y la eosina. Aunque no entendía más que lo que él nos señalaba me gustaban mucho esas formas abstractas unido a lo que nos explicaba.

Parte de tu trabajo ha sido la ilustración de libros de diferentes partes del mundo. ¿Cómo te relacionas con los libros y la lectura?

Nos llevamos bien. Para mí es la forma de evasión más maravillosa del mundo.

¿De dónde surge la idea de hacer un libro sobre flores urbanas y «malas hierbas»?

Se me ocurrió la idea en el confinamiento, los breves recorridos que hacía durante el confinamiento para ir a hacer la compra me fijaba mucho en las plantas urbanas, estaban espléndidas ese año por el poco transito por las calles unido a una primavera excepcionalmente lluviosa. El concepto surgió porque necesitaba saber cuáles eran esas plantas con las que me encontraba.

Una flor en el asfalto no es un catálogo común sobre plantas, se trata de presentar en primera persona y gráficamente cada una de ellas. ¿Cómo se construyó la personalidad de cada planta?

Nosotros preferimos hablar de la plantalidad de cada una de ellas. Cuando contacté a Eduardo para ver si querría hacer el proyecto conmigo quería que las plantas hablasen por sí mismas. En mi concepto inicial quería que fuesen más punkis, me las imaginaba así porque son una supervivientes aclimatadas a condiciones donde parece imposible la vida. Eduardo dotó a cada una de un carácter diferente, creo que así es más fácil recordarlas y empatizar con ellas.

De todas las plantas que ilustras en esta publicación. ¿Cuál ha sido la más extraña e interesante?

Me resulta imposible decidirme por una, he descubierto tantas cosas de las plantas durante el proceso. El comportamiento de las semillas del Alfilerillo de pastor (Erodium Cicutarium) me dejo ojiplática. La semilla salta por los aires, se retuerce sobre si misma hasta transformase en una especie de tornillo y se entierra a sí misma. Flipante.

¿En qué proyecto te encuentras trabajando ahora?

Mi primer cómic largo, escrito y dibujado por mí. Lo estoy ilustrando a la vez que un libro para niños, así como colaboraciones para la prensa americana, en especial Backstage Magazine, una revista enfocada para el mundo de actores de Estados Unidos.

Raquel Aparicio y sus lecturas

¿Cuál fue tu primer gran descubrimiento literario?

Cuentos rusos, me fascinaban y aterrorizaban por igual, especialmente la Baba Yaga, una bruja que suele aparecer de forma recurrente en esos relatos. Curiosamente fue el primer libro del que recibí un encargo para ilustrar.

¿Hay algún libro que releas con frecuencia?

Nunca me canso de releer a Roald Dahl. Me divierte muchísimo su capacidad de observación, su afilado humor y su forma de narrar y describir. Es casi terapéutico volver a sus leerle.

¿Cuál es tu libro ilustrado de cabecera?

Si debo señalar uno por el que me animé a dibujar es El Mago de Oz con las ilustraciones de W.W Denslow.

¿Qué obra ilustrada harías descubrir a nuestros lectores?

El Planeta Analfabia, es un libro de culto para mí. Está lleno de imaginación, frescura y creatividad. Escrito por Carmen Santonja de Vainica Doble e ilustrado por Jesús Gabán.

¿Alguna novela que hayas leído y te gustaría ilustrar?

Cualquiera de Ursula Kroeber le Guin o Shirley Jackson. Me emociono solo de pensarlo.

¿Tienes una cita o frase de culto o que utilices seguido?

«Si prefiero a los gatos a los perros, es porque no hay gatos policía». Jean Cocteau.

¿Qué estás leyendo actualmente?

Estoy desnudo de Yasutaka Tsuitsui. Es divertidísimo.