Eneida de Publio Virgilio Marón
¿No os da vergüenza encerraros por segunda vez entre empalizadas, ¡Oh Frigios! dos veces cautivados, ¿y oponer murallas a la muerte?
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Eneida de Publio Virgilio Marón
¿No os da vergüenza encerraros por segunda vez entre empalizadas, ¡Oh Frigios! dos veces cautivados, ¿y oponer murallas a la muerte?
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Eneida de Publio Virgilio Marón
¡Que así te veo, Euríalo! ¡Que así pudiste, oh cruel, dejarme sola, tú, el postrer arrimo de mis cansados años! Y al arrojarte a tan gran peligro, ¡Ni siquiera diste a tu mísera madre un postrer adiós! |
Eneida de Publio Virgilio Marón
…pero el viento se lleva todas aquellas palabras y las dispersa en las nubes.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
¿Serán por ventura los dioses los que infunden este ardor en mi espíritu, o tal vez cada cual se forja un dios de sus ciegos apetitos?” |
Eneida de Publio Virgilio Marón
…mi retiro predilecto durante muchos años, que formaba un bosque sagrado, donde los Frigios me tributaban culto bajo las sombras, formadas por negros pinos y robustos alerces.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
…y se levantó por el éter con sus iguales alas, describiendo en su fuga un inmenso arco bajo las nubes.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
...y regocijándose con la vista de aquellas imágenes, cuyo sentido ignora, échase al hombro la fama y los hados de sus descendientes.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
En tanto la diosa Venus se aparece resplandeciente sobre las etéreas nubes, trayendo el don prometido a su hijo...
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Eneida de Publio Virgilio Marón
…ya las madres redoblan sus votos con el miedo que acrecienta el cercano peligro; la imagen de Marte se les aparece más terrible. Entonces el rey Evandro, asiendo la mano de su hijo, pronto a marchar, le estrecha en sus brazos, prorrumpe en llanto…
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Eneida de Publio Virgilio Marón
...los prósperos hados te han traído a estos sitios, donde una inesperada fortuna te depara el término de tus males.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
En este bosque, dijo Evandro; en este bosque de frondosa cumbre mora un dios, no sabemos cuál.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
Faunos y ninfas indígenas habitaban antiguamente en estos bosques, poblados por una raza de hombres nacidos de los duros troncos de los robles, sin costumbres ni cultura alguna; ni sabían uncir toros al yugo, ni allegar hacienda, ni guardar lo adquirido; los frutos de los árboles y la caza les daban un desabrido sustento. Saturno el primero vino del etéreo Olimpo a estas regiones huyendo de las armas de Júpiter, destronado y proscrito; él empezó a civilizar a aquella raza indómita que vivía errante por los altos montes, y les dio leyes, y puso el nombre de Lacio a estas playas, en memoria de haber hallado en ellas un sitio seguro donde ocultarse. Es fama que en los años que reinó Saturno fue la edad de oro: ¡De tal manera regia sus pueblos en plácida paz!
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Eneida de Publio Virgilio Marón
…la trémula luz del sol o la imagen de la radiante luna, cuando reverbera en las aguas de un jarrón de bronce, revolotea, iluminando todos los contornos, chispea en los aires y va a herir los artesones de la encumbrada techumbre.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
Todos olvidan su amor a la reja y al arado; la hoz se trueca en arma; todos reforjan en el horno las espadas de sus padres.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
…todos, a despecho de los presagios contra la voluntad de los dioses, piden, con perverso consejo, una guerra infanda… |
Eneida de Publio Virgilio Marón
Deslízase la víbora por entre las ropas y el terso pecho, revolviéndose sin ser sentida, e infunde por sorpresa en la exaltada Reina un espíritu viperino.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
Al ausente Eneas manda llevar un carro y un tiro de dos caballos de etérea raza, que arrojan fuego por la nariz, de la sangre de aquellos que formó la artificiosa Circe, cruzando ocultamente yeguas mortales con los caballos del Sol, su padre.
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Eneida de Publio Virgilio Marón
Nuestro linaje tuvo principio en Júpiter; la juventud dárdana se regocija de tener por progenitor a Júpiter; nuestro mismo Rey, el troyano Eneas, de la excelsa raza de Júpiter, es quien nos envía a tus umbrales. Cuán terribles desastres ha derramado la fiera Micenas por los campos de Ida, cuáles hados han impulsado a chocar entre sí a los dos continentes de Europa y Asia…
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Eneida de Publio Virgilio Marón
Dicho esto, ciñe sus sienes con una hojosa rama e invoca al Genio de aquellos sitios, a la Tierra, divinidad anterior a todas…
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Eneida de Publio Virgilio Marón
Otros, en verdad labrarán con más primor el animado bronce, sacarán del mármol vivas figuras, defenderán mejor las causas, medirán con el compás el curso del cielo y anunciarán la salida de los astros; tú, ¡Oh romano! atiende a gobernar los pueblos; ésas serán tus artes, y también imponer condiciones de paz, perdonar a los vencidos y derribar a los soberbios.
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¿En que año nació Marcel Proust?