Artículos literarios y de combate, pensamientos, crónicas revolucionarias, et... de Praxedis Guerrero
Trabajando. Sobre el barbecho que reverbera por los rayos del sol, tostado el cutis por la inclemencia de la intemperie, con los pies y las manos agrietados, el labrador trabaja; va y viene sobre el surco; el alba le halla en pie y cuando la noche llega, todavía empuña la herramienta y trabaja, trabaja ¿Para qué trabaja? Para llenar graneros que no son suyos; para amontonar subsistencias que se pudren en espera de una carestía, mientras el labrador y su familia apenas comen; para adquirir deudas que lo atan a los pies del amo, deudas que pasarán sobre las generaciones de sus descendientes; para poder vegetar unos cuantos años y producir siervos que labren cuando él muera los campos que consumieron su vida y dar a la bestialidad de sus explotadores algunos juguetes femeninos. Sudoroso y jadeante en el húmedo fondo de la mina se debate contra la roca un hombre que vive acariciado por la muerte, a la cual se parece con la palidez del rostro, martillea y dinamita; trabaja con los reumas filtrándose a través de sus tejidos y la tisis bordando sus mortales arabescos en las blanduras de sus pulmones sofocados. Trabaja, trabaja. ¿Para qué trabaja? Para que algunos entes vanidosos se doren los trajes y las habitaciones; para llenar cajas de sórdidos avaros; para cambiar la piel por unos cuantos discos metálicos fabricados con las piedras que él ha hecho salir a la superficie a toneladas; para morir joven y abandonar en la miseria a los hijos queridos. + Leer más |