Querida Theresa de Pilar Bellver
..ahí había tres mujeres y ninguna sale en la foto en realidad. Si algo he aprendido en esta vida es que hay muchas maneras de ser invisible, y las mujeres las conocemos todas.
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Querida Theresa de Pilar Bellver
..ahí había tres mujeres y ninguna sale en la foto en realidad. Si algo he aprendido en esta vida es que hay muchas maneras de ser invisible, y las mujeres las conocemos todas.
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A Virginia le gustaba Vita de Pilar Bellver
Y es allí, en la gran explanada de hierba fina y recién cortada de Knole, rodeadas muy a lo lejos por miles de flores de nieve, azafranes, jacintos, magnolias, rosas, lirios, asteres, dalias..., a la intemperie, pero amparadas en el secreto de los campos inmensos, es allí donde nos dejamos llegar las dos al suelo, entrelazadas e impacientes, asustadas pero seguras de que amarnos es ya el único modo de seguir amándonos.
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A Virginia le gustaba Vita de Pilar Bellver
Todos los miedos se curan conduciendo en coche por carreteras desconocidas de las que sólo sabemos que tarde o temprano, porque vivimos en una isla, acaban en el mar. Y, cuando la carretera acabe en el mar, si todavía tenemos miedo del amor que estamos haciendo, lo mejor sería embarcar y seguir viaje. Nosotras sí podemos hacerlo. Las dos podemos.
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Comando malva de Pilar Bellver
- ¿Y por qué los jueces se equivocan tantas veces? ¿cuáles son las bases de su equivocación? ¿con qué criterios absuelven a los agresores? - A los agresores de las mujeres solamente. A los otros no los absuelven. - Absolver: ¿Te das cuenta de que los curas usan el mismo verbo? Ego te absolvo. Pecatis tuis. In nomini patri et filii et spiritu sancti. - Absolver, es verdad. Solo los hombres pueden ser curas y absuelven el nombre de los hombres. En nombre del padre, del hijo y del cuñado Palomo. - In nomine homini, in nomine viros. - Y los jueces absuelven el nombre de sus cojones treinta y tres. A violadores, a maltratadores... Tienes razón, sí, yo también creo que tenemos que hacer algo. Aparte de cambiar las leyes, digo. |
¿Con qué frase empieza esta novela?