Philippe Claudel convierte lo gregario en algo terrible en 'El archipiélago del perro'.
Enlace: https://elpais.com/cultura/2.. |
Philippe Claudel convierte lo gregario en algo terrible en 'El archipiélago del perro'.
Enlace: https://elpais.com/cultura/2.. |
Philippe Claudel publica 'El archipiélago del perro', una fábula sobre los refugiados que interpela y señala al lector.
Enlace: https://elpais.com/cultura/2.. |
«El archipiélago del perro», su última novela, es una fábula con tintes de tragedia griega sobre el drama de la inmigración en una isla del Mediterráneo.
Enlace: https://www.abc.es/cultura/l.. |
Lo leí como recomendación y aunque me gustó hubo momentos bastante aburridos,o al menos, a mí me lo pareció,y no sé porqué veía venir ese desenlace.
|
Tantos y tantos libros sobre la PGM, pero en este, la guerra se lee en sordina con respecto al villorrio de Mosela donde acontece un asesinato. La gente está muy bien descrita con nombres enjundiosos y originales. Una película se adaptó del libro en 2005 con Yves Angelo.
|
No me gustó esta lectura, encontré que resultaba un libro confuso, poco claro que no pude terminar. Se trata del drama de un tipo (austríaco?) hecho prisionero durante una guerra y cuya esposa fue violada. Destaca el estilo de Claudel, depurado y por momentos poético, excelente en el descriptivo de lugares y de personajes. |
Muy bueno. Un libro para pensar, para repensarnos en nuestra sociedad, para dejar de funcionar en piloto automático, mirar alrededor y tomar decisiones por nuestra cuenta. Me ha recordado mucho, mucho "El Castillo" de Kafka. No había leído nada de Philippe Claudel pero no es mal momento para empezar. En esta novela de personajes sin nombre, en una ciudad inhóspita con características, e incluso climatología, distintas según sea de noche o de día, en un ambiente opresivo, agobiante y alienante, el protagonista, muy a su pesar, es El Investigador; un hombre gris que se baja del tren un atardecer lluvioso con una misión que cumplir: realizar una investigación en La Empresa en relación al alto número de suicidios detectados entre los empleados. Desde el minuto uno las cosas no funcionan como El Investigador está acostumbrado a que lo hagan, nadie le espera en la estación como estaba previsto y todo se pone en su contra para iniciar su tarea. El Investigador nos parece un hombre metódico, quizás demasiado, como demasiado funcionario, demasiado acostumbrado a que los engranajes del sistema funcionen de forma automática sin desvíos. Está tan seguro que vendrá un coche a buscarlo que se queda de pie esperando y se pone como una sopa hasta que llega a la conclusión de que se han olvidado de él. Y los engranajes de su historia sólo han comenzado a desviarse poco a poco. Vemos algo raro desde el principio porque el Investigador no parece ser la persona más decidida del mundo y no se acaba de dar cuenta que ya no está en su esquema de trabajo ni de vida hasta demasiado tarde, aunque las circunstancias son las que son y no parece poder hacer otra cosa porque en su esquema no entra el absurdo, protagonista principal. Sin batería en el móvil, poco a poco va discurriendo por una ciudad que le resulta hostil hasta lo indecible, desde el bar en el que entra al principio. La ausencia de taxis, de personas, de establecimientos abiertos le hacen deambular bajo la lluvia y la nieve, calado hasta los huesos, dando vueltas, perdido, aterido y solo hasta que da con La Empresa, una enorme mole que parece dominar la ciudad y a la que desde cualquier sitio parece poder llegarse aunque sólo para dar contra el muro que la rodea sin que encuentre la puerta y para no poder entrar cuando la encuentra protegida como un búnker y sin que se le permita entrar por cuestiones burocráticas. La nochecita toledana del Investigador nos llega a agobiar mucho, tanto que incluso, en pleno mes de julio, sentía el frío que debía estar pasando y la desesperación de buscar un hotel o cualquier refugio y no encontrarlo. Y cuando encuentra hotel, el rechazo, la locura del lugar, las escaleras, la habitación, sin baño... La situación no resulta en modo alguno normal, pero hemos acompañado al Investigador en su agonía nocturna y, como a él, ya todo nos parece creíble. A la mañana siguiente, ya con sol, El Investigador, hecho un cromo debido a la noche anterior, vuelve a emprender su misión y entonces el agobio es otro no menos absurdo que el de la noche anterior: la calle está llena de gente en las aceras que caminan todos en la misma dirección, acera arriba los de una y acera abajo los de la otra, y la calzada llena de coches, sin que El Investigador pueda cruzar la calle para llegar a la Empresa hasta que aparece en escena El Policía. El libro hay que leerlo, no os puedo contar mucho más sobre la experiencia de El Investigador en La Empresa porque temo descubrir cosas que deben descubrirse leyendo pero la situación de extrañeza, agobio y pérdida no desaparece en ningún momento ni siquiera al final digno de La Cabina, de José Luis López Vázquez. La novela da para mucho: el poder, la alienación, lo intercambiable o prescindible de las personas en las organizaciones, trabajos o funciones, la falta de empatía, la desesperanza,... Si estáis un poco depres o vuestro trabajo no acaba de ajustarse a vuestras expectativas, dejaría el libro hasta que no os afecte demasiado. Pero, en cualquier otro momento, os animo a leerlo. Y en todo caso, volver a las fuentes: Kafka, Kafka, Kafka. Enlace: https://marinieves.blogspot... + Leer más |
Elegido Libro del Año y ganador del premio “Renaudot”, nos metemos de lleno en Almas Grises, cuyo título no podía ser más acertado. Nos cuenta esta historia monocromática un policía que asistió a la tragedia que se convierte en el hilo conductor de la novela. Pero para ello, nos remontamos a veinte años antes. Estamos en diciembre de 1917, en un pueblecito al norte de Francia que se sitúa cercano a un frente de batalla en plena Guerra Mundial. El cadáver de la pequeña Belle de Jour, la hija de ocho años del dueño del restaurante, aparece flotando en el canal. En la escena del crimen, cañones de fondo, tenemos al policía que lleva el caso -quien ejerce de narrador-, del que también asistiremos a su duro drama personal; al fiscal Destinat, que destaco, pues siempre me han gustado los cabroncetes de la historia, siento predilección por este tipo de personajes; y al juez, entre otros. Dicho suceso, levanta antiguas rencillas, desenterrando rencores, sospechas y sobretodo, haciendo surgir dudas y desconfianza. En medio de todo este desaguisado en dicha atmósfera opresiva, llega a la aldea una joven maestra, por la que más de uno suspira, que le dará bastante vidilla al ambiente. Hasta que aparece asesinada y se acabó lo que se daba. Por mucho que se traten e investiguen dichos asesinatos, no catalogaría la novela como “negra”, sino más bien como “drama”, pues como he dicho antes, son simplemente el hilo conductor de todo. Y como tal, Claudel invita al lector a ir uniendo cabos poco a poco en este entorno sombrío de dolor y miseria. Así, el autor nos narra los hechos con amargura y desesperanza, mediante capítulos cortos, entre saltos temporales donde habla de todos y cada uno de los pintorescos personajes, perfilados a la perfección, y su participación en los casos, haciéndoselos al lector realmente cercanos. Se cuentan las costumbres del lugar, las relaciones entre unos y otros, en un contexto bélico y desangelado, lo que viene a ser “historias dentro de la historia”, que personalmente debo decir, es un estilo que me gusta mucho. Un autor que me encanta. Enlace: http://locaporincordiar.blog.. + Leer más |
Lolita...