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El peso del mundo: Diario de Peter Handke
Hermoso: de pronto no sentir más que la propia historia, la prehistoria, no sentir más que la felicidad actual es atacada por lo que uno fue antes, de niño, de adolescente...
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El peso del mundo: Diario de Peter Handke
Él utiliza su falta de concentración como arma de resistencia.
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Vivir sin poesía de Peter Handke
Cuando el niño era niño Cuando el niño era niño andaba con los brazos colgando, quería que el arroyo fuera río, que el río fuera torrente, y este charco el mar. Cuando el niño era niño, no sabía que era niño, todo le parecía animado y todas las almas eran una. Cuando el niño era niño, no tenía opinión sobre nada, no tenía ningún hábito. A menudo se sentaba en cuclillas, de pronto echaba a correr, tenía un remolino en el pelo y nunca posaba para tomarle una foto. Cuando el niño era niño, era el tiempo de estas preguntas: ¿Por qué yo soy yo y no soy tú? ¿Por qué estoy aquí y por qué no allí? ¿Cuándo empezó el tiempo y dónde acaba el espacio? ¿Es la vida bajo el sol tan sólo un sueño? ¿Es lo que veo y oigo y huelo, sólo una ilusión de un mundo antes del mundo? Vistas las acciones del Mal y de la gente, ¿existe realmente la maldad? ¿Cómo es posible que yo, que soy quien soy, no haya sido antes de existir y que algún día yo, que soy quien soy, deje ya de ser quien soy? + Leer más |
Por los pueblos de Peter Handke
Nova a Gregor "Juega el juego. Pon todavía más en peligro tu trabajo. No seas el protagonista. Busca el enfrentamiento. Pero no tengas ningún propósito. Evita las segundas intenciones. No calles nada. Sé blando y a la vez fuerte. Sé astuto, métete en las cosas y desprecia la victoria. No observes, no examines; pero, con presencia de espíritu, mantén la disponibilidad para los signos. Déjate conmover. Muestra tus ojos, haz señas a los otros hasta lo más hondo, preocúpate por el espacio y observa a cada uno en su imagen. Decide sólo cuando estés entusiasmado. Fracasa tranquilo. Sobre todo, tómate tiempo y da rodeos. Déjate llevar por caminos que no querías recorrer. Haz, digamos, vacaciones. No dejes de oir ningún arbol ni ninguna agua. Vete a donde te guste ir y no te prives del sol. Olvida a los allegados., fortalece a los desconocidos, inclínate ante cosas secundarias, evádete y retírate al vacío de los hombres, búrlate del drama del destino, desprecia la desgracia, destruye con tu risa el conflicto. Muévete hacia tu color propio, hasta que estés en lo justo y el susurro de las hojas se haga dulce. Pasa por los pueblos. Yo iré detrás de tí. + Leer más |
¿Por que decidió irse al internado Miles?