Una posibilidad de futuro
Susana y Matías son felices. Viven en un piso pequeño, pero con el que se apañan. Pero, claro, cómo decir que no a un piso más grande, a un lugar donde pueden empezar a pensar en su proyecto de futuro. Así, se mudan al piso de Vivi, la abuela de Susana, que se lo ha regalado a su nieta para que puedan desarrollar ese futuro. Sin embargo, pronto comienza a destruirse todo a su alrededor.
No quiero ser simple en mi comentario, pero desde luego el título de la novela da lo que promete. Desde el minuto uno, en el momento en que el lector atraviesa la puerta de esa casa junto a Susana y Matías, se comienza a sentir esa inquietud y esa idea de que algo no anda bien. Nos adentramos así en una novela fantástica que juega tanto con la protagonista como con el lector a que adivinemos que es lo que realmente estamos viendo.
Susana comenzará a tener visiones de lo que parecen los tiempos pasados de su familia, algo que a priori tendría que resultarle raro. Sin embargo, nuestra protagonista se embarca sin dudar en este hecho y el lector poco a poco intentará entender por qué lo hace.
No típico, quizá arquetípico
La novela me la he leído como quien dice en una tarde, porque, a pesar de que es un poco predecible e incluso en ocasiones roza un poquitín los tópicos de peli de terror del montón (como el típico, no hagas eso), la novela te atrapa sin remedio.
Por una parte, creo que lo hace porque no solo se nos cuenta lo «raro», sino también día a día de los personajes. Normalmente, en estas novelas el foco se pone encima del acontecimiento fantástico y parece que el resto de personajes han dejado de existir o que la propia protagonista ha dejado de comer, dormir, etc. Es verdad que el pacto de ficción nos lleva a aceptar estas licencias, pero, jo, cómo se nota cuando el autor lo incluye bien. En Incertidumbre no solo conocemos, por tanto, qué sucede en esas visiones que tiene la protagonista, sino también su vida fuera de lo fantástico. Su problemas de a pie, su relación con otros personajes.
Por supuesto, y este es el quid de la novela, claro; ambos mundos entrarán en conflicto ya que tendrá que decidir entre la acción directa y, por tanto, dejar de lado la realidad; o dejar de lado esas visiones, sus pensamientos sobre lo que está viendo y ver qué pasa.
A media tinta se queda nuestra protagonista y ese no saber qué va a pasar hagas o no haga algo, es justo la angustia que nos traslada la obra. Porque no es que ella sepa qué tiene que hacer, es que no sabe qué va a implicar.
Doble foco
Por su parte, la exposición de la obra me ha parecido una maravilla. El autor no solo ha sabido conferir a los personajes de una personalidad única y atrayente, como pasa con Vivi; sino que, además, ha sabido hacernos descripciones superpuestas de manera magistral. Muy cerca de lo cinematográfico, la obra nos permite situarnos y casi ver perfectamente, ese punto de indeterminación en el que se encuentra Susana, cuando es capaz de vivir y ver a la vez.
Por otra parte, creo que los diálogos están muy logrados, tanto en las partes más psicológicas como en las más prosaicas. Lo típico o, mejor, lo que suelen suceder en la narrativa de hoy en día es que se hace sobreexposición de los hechos o de los sentimientos de los protagonistas. Sin embargo, en este caso no. El autor ha conseguido dar mucha naturalidad a la exposición de hecho y sentimientos, de tal manera que nos acercamos a los personajes entendiendo perfectamente qué les sucede.
Sin embargo, no me podía ser perfecta la obra, hay una cosa que no me ha gustado. Creo, y esto siempre es mi mismidad, mi punto de vista, que hacia el final se cae en lo prosaico. Entiendo por qué sucede lo que sucede, el error siempre tiene que aparecer en nuestras historias, pero, por una parte, se veía venir, como he dicho más arriba, y por otra creo que se le da mucho texto para lo poco que influye en el desenlace de la obra.
Lo dicho opinión mía, que puede que esté equivocada.
Lo genial de lo incómodo
Dicho lo cual, reconozco que es una obra que me ha sorprendido para bien y que he disfrutado. Siempre me pasa con este género, no me extasía, pero sí que me deja tranquila y nerviosa al mismo tiempo. Esto lo ha conseguido la novela, transmite muy bien ese punto incómodo de lo fantástico, pero no deja de lado la realidad de la cuestión.
Os lo recomiendo mucho, buena ambientación y exposición, unos personajes geniales y una incertidumbre que deberéis resolver. Espero que os animéis con él.
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