Octavia Cid es una filóloga especializada en textos medievales de treinta años. Mientras prepara todo lo relativo al funeral de su padre encuentra algunas cosas extrañas entre sus papeles. Además, a través de su amistad con una inspectora de la Policía Nacional y un intendente de los Mossos, se ve envuelta en la investigación de una serie de asesinatos para los que sus conocimientos profesionales van a resultar muy útiles. La narración es en tercera persona y está ambientada en Girona en el año 2018. La historia comienza de golpe, sin presentación de personajes. Pero no pasa nada porque la autora nos pone en antecedentes en unos capítulos a modo de apéndices. Y la trama nos va desvelando lo que necesitamos saber de los personajes y situaciones. Tenemos dos líneas argumentales relacionadas por Olivia, y tendremos que seguir leyendo para saber si tienen algún tipo de relación más o son independientes. Por un lado están el fallecimiento del padre de Olivia y el accidente de su madre, y por otro la investigación criminal en la que la chica colabora. La novela es corta pero no te deja con sensación de que falte nada, aunque pasa muy rápido por algunas partes. Los personajes están bien descritos y no me importaría encontrarme de nuevo con alguno. La autora va al grano y nos facilita los datos según los van descubriendo los personajes, y eso nos mantienen enganchados. El final me ha gustado y cierra la historia sin cabos sueltos. Es un primer libro muy interesante y estaré pendiente de nuevas publicaciones para ver su evolución. + Leer más |