El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
-No hay de qué- dijo la Cigüeña, que iba volando junto a ellos-. Siempre me agrada ayudar a quien tiene un problema.
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
-No hay de qué- dijo la Cigüeña, que iba volando junto a ellos-. Siempre me agrada ayudar a quien tiene un problema.
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
Dorothy nada dijo, porque estaba perpleja, sin saber cuál de sus amigos tenía razón, y decidió que si tan solo pudiese volver a Kansas y con tía Em, no importaba mucho que el leñador no tuviese sesos y el Espantapájaros no tuviese corazón, o que cada cual consiguiese lo que quería.
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
-¿No querrías contarme un cuento, mientras estamos descansando?- preguntó Dorothy. -Mi vida ha sido tan breve que realmente no sé absolutamente nada. Me hicieron anteayer. |
El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
Lo único que vale la pena tener en este mundo es cerebro, tamto si eres un cuervo como un hombre
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El maravilloso Mago de Oz (Edición Ilustrada) de L. Frank Baum
-Tienes valor de sobra, estoy seguro-contestó Oz -. Lo único que necesitas es confianza en ti mismo. No hay ser viviente que no tenga miedo cuando se enfrenta al peligro. El verdadero valor radica en enfrentarse al peligro cuando se tiene miedo, y valor de esa clase tienes de sobra.
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El maravilloso Mago de Oz (Edición Ilustrada) de L. Frank Baum
-De todos modos -dijo el espantapájaros-, yo pediré un cerebro, no un corazón, porque un necio no sabría qué hacer con el corazón, si lo tuviera. -Yo pediré el corazón-contestó el leñador de hojalata-, porque el cerebro no da la felicidad, y la felicidad es lo mejor del mundo. |
El maravilloso Mago de Oz (Edición Ilustrada) de L. Frank Baum
-Solo con que tuvieras cerebro en la cabeza, serías un hombre igual a cualquiera, y mejor que algunos, incluso. Lo único que vale la pena tener en este mundo es cerebro, tanto si se es cuervo como si se es hombre.
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El maravilloso Mago de Oz (Edición Ilustrada) de L. Frank Baum
No hay mejor sitio que el propio hogar.
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El maravilloso Mago de Oz (Edición Ilustrada) de L. Frank Baum
Atrás quedaba el bosque oscuro del que habían salido sanos y salvos… ante ellos se extendía ahora un paisaje soleado y precioso que parecía invitarlos a continuar hasta la Ciudad Esmeralda.
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El maravilloso Mago de Oz (Edición Ilustrada) de L. Frank Baum
Cuando Dorothy salía a la puerta de casa y miraba alrededor, no veía nada más que la gran pradera gris por todas partes.
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
—Sin embargo —dijo el Espantapájaros—, yo pediré un cerebro en vez de un corazón, pues un tonto sin sesos no sabría qué hacer con su corazón si lo tuviera.
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
—Yo prefiero el corazón —replicó el Leñador—, porque el cerebro no lo hace a uno feliz, y la felicidad es lo mejor que hay en el mundo.
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
—¿Y mi valor? —intervino el León en tono ansioso. —Estoy seguro de que te sobra valor —respondió Oz—. Lo único que necesitas es tener confianza en ti mismo. No hay ser viviente que no sienta miedo cuando se enfrenta al peligro. El verdadero valor reside en enfrentarse al peligro aun cuando uno está asustado, y esa clase de valor la tienes de sobra. |
El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
Dorothy vivía en medio de las extensas praderas de Kansas, con su tío Henry, que era granjero, y su tía Em, la esposa de éste.
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
No hay ser viviente que no sienta miedo cuando se enfrenta al peligro. El verdadero valor reside en enfrentarse al peligro aun cuando uno está asustado
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
Si tuvieras cerebro serías tan hombre como cualquiera de ellos. El cerebro es lo único que vale la pena tener en este mundo, sea uno cuervo u hombre
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
¿Cómo no voy a ser un farsante cuando toda esa gente me obliga a hacer cosas que cualquiera sabe que no se pueden hacer?
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
Si caminamos lo suficiente, alguna vez llegaremos a alguna parte.
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El maravilloso Mago de Oz de L. Frank Baum
Mientras estaba enamorado fui el hombre más feliz de la tierra; pero el que no tiene corazón no puede amar.
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Gregorio Samsa es un ...