El año de Saeko de Kyoichi Katayama
Aunque dos personas hablan de forma subjetiva, las palabras carecen de sentimiento. Distraídas, ambas personas, con las palabras, no llegan a sentir emoción alguna. Las palabras van deslizándose suavemente por encima de los hechos como lo que son: palabras. Mientras conversaba con Saeko, Shun' ichi fue perdiéndose de vista a sí mismo. Lo asaltó una sensación de alejamiento. Le dio la impresión de que la persona que estaba hablando no era él, sino alguien distinto, y que este hombre decía lo que se le antojaba. O, quizá, lo que sucedía en realidad era que había otro Shun' ichi, que, desde una cierta distancia, estaba observando como Saeko y él, mesa por medio, estaban charlando. Este otro Shun' ichi compartía el cotilleo de un hombre y una mujer desconocidos. Cuanto más embrollado era el sentido de la conversación, más orden y silencio reinaba en el interior del cuarto.
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