El vals lento de las tortugas de Katherine Pancol
Quería creer en el honor. Y el honor, estaba segura, no tenía nada que ver con las emociones.
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El vals lento de las tortugas de Katherine Pancol
Quería creer en el honor. Y el honor, estaba segura, no tenía nada que ver con las emociones.
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El vals lento de las tortugas de Katherine Pancol
Tres hombres, tres mentiras. Tres fantasmas que la acosaban bajo sus sábanas blancas. Acurrucada, cerró los ojos y vio a los tres hombres bailar bajo sus párpados.
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El vals lento de las tortugas de Katherine Pancol
La vida, en el fondo, es un capital. Un capital que haces fructificar o no… Yo no he hecho fructificar nada. ¡Lo he dilapidado todo!
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Los ojos amarillos de los cocodrilos de Katherine Pancol
Es fría como un témpano, pensó después de abrazarla. Y como se arrepintió inmediatamente de haber formulado esa idea, la volvió a abrazar, lo que molestó a la chica, que se zafó de ella.
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Los ojos amarillos de los cocodrilos de Katherine Pancol
A mí, a veces, me entran ganas de organizarme cenas a la luz de las velas, sola conmigo misma.
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Los ojos amarillos de los cocodrilos de Katherine Pancol
Ella se sentía excluida de su complicidad. En su familia existían dos estamentos: los señores Antoine y Hortense; y los vasallos Zoé y ella.
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Tres besos de Katherine Pancol
Cuando te enteras de algo que te conmociona, tienes dos maneras de comportarte: o bien lo comprendes enseguida y reaccionas, o bien no comprendes nada y te quedas inerte. Esperas a que la información suba al cerebro, que tu cerebro la descifre y dé a tu cuerpo la orden de llorar, de reír, de gritar o de atacar. Nadie reacciona de la misma manera, y aquel que tiene los ojos secos quizá tiene más pena o alegría que el que derrama cálidas lágrimas. |
Tres besos de Katherine Pancol
Estoy enamorado de los libros. Me acuerdo de la primera vez que abrí una novela. me la puse sobre la cara de tanto como me gustaba su olor. No era un libro, era una flor con palabras dentro.
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Tres besos de Katherine Pancol
Eso es el primer mal de amores, creemos que nos vamos a morir, se roza el abismo; es necesario para crecer, para llegar a ser alguien bueno. Los que no han conocido ese dolor se quedan enanos.
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¿Qué movimiento literario de la segunda mitad del siglo XIX busca representar la realidad tal como es, sin idealizarla?