Tres besos de Katherine Pancol
Cuando te enteras de algo que te conmociona, tienes dos maneras de comportarte: o bien lo comprendes enseguida y reaccionas, o bien no comprendes nada y te quedas inerte. Esperas a que la información suba al cerebro, que tu cerebro la descifre y dé a tu cuerpo la orden de llorar, de reír, de gritar o de atacar. Nadie reacciona de la misma manera, y aquel que tiene los ojos secos quizá tiene más pena o alegría que el que derrama cálidas lágrimas. |