Lengua ajena de Julia Rendón Abrahamson
Es auditivo, una persona sonora. Oye desiertos, dunas y hojas, pero no me escucha a mí. O no quiso escucharme, mi decir le daba miedo. Mi lengua hablaba de éxodos y traslados. Movimientos que cambiarían la constitución de las cosas. Mis sonidos eran nostálgicos y extrañaban, bifurcaciones, registros de memoria que contaban de destierros y ausencias. Preguntas sobre la crianza en lugares ajenos, imposibilidad de la vuelta. Murmullos que se le colaban en sus planes, ascensos en el banco. Ollas de agua hirviendo que evaporaban palabras como éxito o ganancia.
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