Las diabólicas de Jules Barbey d'Aurevilly
Ni una sola mancha leonada salpicaba su piel de terciopelo negro, de negrura tan profunda y tan mate que al resbalar por ella la luz ni siquiera la lustraba sino quedaba absorbida
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Las diabólicas de Jules Barbey d'Aurevilly
Ni una sola mancha leonada salpicaba su piel de terciopelo negro, de negrura tan profunda y tan mate que al resbalar por ella la luz ni siquiera la lustraba sino quedaba absorbida
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Las diabólicas de Jules Barbey d'Aurevilly
Esas culebras que son las mujeres hacen lo que les viene en gana con sus satánicos cuerpos, siempre que les mueva a ello el menor interés
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Las diabólicas de Jules Barbey d'Aurevilly
La mujer es el eterno tema de conversación de los hombres, sobre todo en Francia, el país más petulante del orbe
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Las diabólicas de Jules Barbey d'Aurevilly
La mujer, la desconocida, era como una pantera humana, erguida ante la pantera animal a la que eclipsaba
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Le Dessous de cartes d'une partie de whist de Jules Barbey d'Aurevilly
Su parentesco de raza con los ingleses, la emigración a Inglaterra, la dignidad de aquel juego, silencioso y circunspecto como la alta diplomacia, les habían hecho adoptar el whist
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Un cura casado de Jules Barbey d'Aurevilly
El castillo del Quesnay, que es necesario que ustedes conozcan como un personaje -dijo Rollon-, ya que se trata del teatro de esta historia, había pertenecido desde la noche de los tiempos a la secular familia de ese mismo nombre. Estaba situado, porque ya no existe -y este relato les dirá por qué-, en la región más alejada, la más profunda de la baja Normandía.
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Le Dessous de cartes d'une partie de whist de Jules Barbey d'Aurevilly
Las palabras diabólico o divino, aplicadas a la intensidad de los goces, expresan lo mismo, es decir, sensaciones que alcanzan lo sobrenatural
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Un cura casado de Jules Barbey d'Aurevilly
Pero una sensación de repugnancia, quizás debida a una solidaridad de casta, a pesar de que el espíritu de casta ya estaba desintegrado en aquella época, como tantos lazos sociales, impidió que los nobles de la zona acudieran a esta subasta de las velas -tipo de venta cuyos formalismos son en parte el enorme y sombrío testimonio de la ruina que constata...
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Le rideau cramoisi de Jules Barbey d'Aurevilly
Me hizo conocer sensaciones que no creo haber experimentado nunca desde entonces con mujeres a las que he amado más que aquella, que quizá no me amaba, y a quien quizá no amaba yo
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¿Quién escribió la saga?