Borges esencial de Jorge Luis Borges
Podemos llegar al concepto de que la poesía es la experiencia estética: algo así como una revolución en la enseñanza de la poesía.
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Borges esencial de Jorge Luis Borges
Podemos llegar al concepto de que la poesía es la experiencia estética: algo así como una revolución en la enseñanza de la poesía.
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Borges esencial de Jorge Luis Borges
El tiempo es sucesivo porque haciendo salido de lo eterno quiere volver a lo eterno. Es decir, la idea de futuro corresponde a nuestro anhelo de volver al principio.
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Borges esencial de Jorge Luis Borges
Yo digo: esa hermosa invención de la eternidad. ¿Qué es la eternidad? La eternidad no es la suma de todos nuestros ayeres. La eternidad es todos nuestros ayeres, todos los ayeres de todos los seres conscientes. Todo el pasado, ese pasado que no se sabe cuándo empezó. Y luego, todo el presente. Este momento presente que abarca todas las ciudades, todos los mundos, el espacio entre los planetas. Y luego, el porvenir. El porvenir, que no ha sido creado aún, pero que también existe.
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Borges esencial de Jorge Luis Borges
[...] porque nosotros mismos somos también un río, nosotros también somos fluctuantes. El problema del tiempo es ese. Es el problema de lo fugitivo: el tiempo pasa.
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Borges esencial de Jorge Luis Borges
¡Qué raro pensar que de los tres tiempos en que hemos dividido el tiempo -el pasado, el presente y el futuro-, el más difícil, el más inasible, sea el presente! El presente es tan inasible como el punto. Porque si lo imaginamos sin extensión, no existe; tenemos que imaginar que el presente aparente vendría a ser un poco el pasado y un poco el porvenir. Es decir, sentimos el pasaje del tiempo. Cuando yo hablo del pasaje del tiempo, estoy hablando de algo que todos ustedes sienten. Si yo hablo del presente, estoy hablando de una entidad abstracta. El presente no es un dato inmediato de nuestra conciencia.
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Borges esencial de Jorge Luis Borges
[...] Si el tiempo es la imagen de lo eterno, el futuro vendría a ser el movimiento del alma hacia el porvenir. El porvenir sería a su vez la vuelta a lo eterno. Es decir, que vuestra vida es una continua agonía. Cuando San Pablo dijo: Muero cada día, no era una expresión patética la suya. La verdad es que morimos cada día y que nacemos cada día. Estamos continuamente naciendo y muriendo. Por eso el problema del tiempo nos toca más que los otros problemas metafísicos. Porque los otros son abstractos. El del tiempo es nuestro problema. ¿Quién soy yo? ¿Quién es cada uno de nosotros? ¿Quiénes somos? Quizás lo sepamos alguna vez. Quizás no. Pero mientras tanto, como dijo San Agustín, mi alma arde porque quiero saberlo.
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Poesía completa de Jorge Luis Borges
[...] amor y víspera de amor y recuerdos intolerables, el sueño como un tesoro enterrado, el dadivoso azar y la memoria, que el hombre no mira sin vértigo, todo esto te fue dado, y también el antiguo alimento de los héroes: la falsía, la derrota, la humillación. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
Yo sé que todo privilegio, aunque oscuro, es de linaje de milagro y mucho lo es el de participar en esta vigilia, reunida alrededor de lo que no se sabe: del Muerto, reunida para acompañar y guardar su primera noche en la muerte. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
[...] fue cegado y tumbado por la muerte donde un oscuro río pierde el nombre, así habré de caer. Hoy es el término. La noche lateral de los pantanos me acecha y me demora. Oigo los cascos de mi caliente muerte que me busca con jinetes, con belfos y con lanzas. Yo que anhelé ser otro, ser un hombre de sentencias, de libros, de dictámenes, a cielo abierto yaceré entre ciénagas [...] |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete que, alto en el alba de una plaza desierta, rige un corcel de bronce por el tiempo, ni los otros que miran desde el mármol, ni los que prodigaron su bélica ceniza por los campos de América o dejaron un verso o una hazaña o la memoria de una vida cabal en el justo ejercicio de los días. Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos. Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo cargado de batallas, de espadas y de éxodos y de la lenta población de regiones que lindan con la aurora y el ocaso, y de rostro que van envejeciendo en los espejos que se empañan y de sufridas agonías anónimas que duran hasta el alba y de la telaraña de la lluvia sobre negros jardines. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
Mirar el río hecho de tiempo y agua y recordar que el tiempo es otro río, saber que nos perdemos como el río y que los rostros pasan con el agua. Sentir que la vigilia es otro sueño que sueña no soñar y que la muerte que teme nuestra carne es esa muerte de cada noche, que se llama sueño. Ver en el día del hombre y de sus años, convertir el ultraje de los años en una música, un rumor y un símbolo, ver en la muerte el sueño y en el ocaso un triste otro, tal es la poesía que es inmortal y pobre. La poesía vuelve como la aurora y el ocaso. A veces en las tardes una cara nos mira desde el fondo de un espejo; el arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
Siento el pavor de la belleza; ¿quién se atreverá a condenarme si esta gran luna de mi soledad me perdona?
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Poesía completa de Jorge Luis Borges
Ya toda vida, por humilde que sea, puede pisar su nada y su noche. Y Dios lo habrá olvidado y es menos una injuria que una piedad demorar su infinita disolución con limosnas de odio. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
En el espejo de esta noche alcanzo mi insospechado rostro eterno. El círculo se va a cerrar. Yo aguardo que así sea. Pisan mis pies la sombra de las lanzas que me buscan. Las befas de mi muerte, los jinetes, las crines, los caballos se ciernen sobre mí... Ya el primer golpe, ya el duro hierro que me raja el pecho, el íntimo cuchillo en la garganta. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
La noche es una fiesta larga y sola. En mi secreto corazón yo me justifico y ensalzo. He atestiguado el mundo; he confesado la rareza del mundo. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
Ya muerto, ya de pie, ya inmortal, ya fantasma, se presentó al infierno que Dios le había marcado, y a sus órdenes iban, rotas y desangradas, las ánimas en pena e hombres y de caballos. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
[...] mundo que se deforma y que se apaga en una pálida ceniza vaga que se parece al sueño y al olvido. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
[...] esa inmortalidad infatigable que anonada con silenciosa culpa las razas y en cuya herida siempre abierta que el último dios habrá de restañar el último día, cabe toda la sangre derramada. |
Poesía completa de Jorge Luis Borges
Hoy el olvido borra su censo de muertes, porque son venales las muertes si las pensamos como parte del Tiempo [...] |
El Aleph de Jorge Luis Borges
No hay consuelo más hábil que el pensamiento de que hemos elegido nuestras desdichas.
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¿Quién escribió la saga?