El hogar de niñas indeseadas de Joanna Goodman
Quizás una infancia es algo que no puedes superar, como la polio. Te deja lisiado.
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El hogar de niñas indeseadas de Joanna Goodman
Quizás una infancia es algo que no puedes superar, como la polio. Te deja lisiado.
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La hija olvidada de Joanna Goodman
-Tengo miedo de que estos sentimientos acaben por matarme. -Lo sé -contestó-. Pero no lo harán. O habrías muerto hace mucho tiempo. |
El internado suizo de Joanna Goodman
La desesperación puede hacer que una haga cosas inimaginables, piensa. O que una se convierta en alguien que nunca pensó que sería.
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El hogar de niñas indeseadas de Joanna Goodman
Elodie es huérfana, lo que significa, le explicó Tata, que no tiene ni madre ni padre. Cuando Elodie una vez le pregunto por qué no, la respuesta fue completamente sincera: "Vives en un hogar de niñas indeseadas porque naciste en el pecado y tu madre no pudo quedarse contigo".
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El internado suizo de Joanna Goodman
Esto es lo que quiero que sepáis: no podéis vivir la vida como si estuviera predeterminado. He sufrido mucho por permitirme ser solo una pasajera en mi vida. Creía que no merecía más, que no lo tenía permitido, que no podría esperarlo
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La hija olvidada de Joanna Goodman
¿Cómo podía alguien que hablaba un idioma diferente ser el enemigo? Los verdaderos enemigos eran los médicos y las monjas, los monstruos que te encerraban en el hospital psiquiátrico, los que te trataban de loca cuando no lo eras y acusaban de ti, el Gobierno que se beneficiaba de todo. Esos eran los enemigos formidables. Pero ¿una persona inglesa? ¿Un francófono? ¿Por ninguna otra razón que el idioma que hablaban? Esta constante animosidad siempre ha molestado a Elodie. Existen asuntos mucho más serios por los que cabrearse en esta provincia.
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El internado suizo de Joanna Goodman
El miedo. Ese fue mi problema. Siempre me he sentido como una niña encogida de miedo en un rincón. Es curioso que a lo único a lo que nunca le he temido ha sido a la muerte. Tuve miedo no gustarle a los demás; a no ser lo suficientemente buena; a no ser digna; a no ser respetada; a no ser bella; a no ser feliz, ni útil, no productiva; tuve miedo a estar expuesta, a ser abandonada, a ser vista, a ser juzgada, a ser rechazada. Pero nunca le tuve miedo a la muerte |
El hogar de niñas indeseadas de Joanna Goodman
Ha heredado el espíritu de resiliencia de su padre, un hombre que jamás se dio por vencido; un hombre que resistió y perseveró, robando puñados de placer de donde podía.
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La hija olvidada de Joanna Goodman
-Yo ya he intentado hacer lo que estás haciendo tú -dijo-. Y no funciona. -¿Qué estoy haciendo? -Intentar beber lo suficiente como para no sentir dolor nunca más. -¿De verdad? -Intenté muchas cosas para que mi dolor desapareciera -confesó-. Alcohol, yerba. ¿Sabes por qué paré? Porque no funcionaba. -¿Se supone que eso tiene que animarme? -No. Solo es la verdad. Puede que no pase nada por sentirse triste. |
La hija olvidada de Joanna Goodman
-Quiero sentir pasión, como a mi padre le apasionaba el FLB, o la forma en la que tu madre le apasiona su tienda de semillas. Estoy dispuesta a esperar a que llegue. -¿Cuánto tiempo? -A mi edad, mi padre estaba en la cárcel, su vida básicamente había acabado. Estoy justo al principio de la mía. -Me encanta tu optimismo -dice Elodie-. ¿Quién dice que hay que tenerlo todo planeado con veintipocos? |
Son considerados los padres de la filosofía occidental: