La ceguera no era una virtud para un soberano en tiempos de paz, pero durante la guerra era una debilidad crítica y nada anunciaba mejor la ceguera que un perro guia
Para las Sombras, el cuerpo era una extension del alma, una realidad que era obvia. En conclusion, lo que le hacias a tu cuerpo, la manera como lo tratabas y cuidabas de el, o no, se transmitia directamente a tu esencia.