Pararía el mundo de
Irene Romo
Me di cuenta de que, por mucho que disfrutara los momentos felices, estos desaparecerían en mi memoria. Y retratarlos en una imagen casi hace que vuelvan a suceder. (...) Muchas veces no nos acordamos a menos que veamos una foto, un suvenir o alguien más lo mencione. Las fotografías son un almacén de recuerdos, sobre todo si lo que muestran es alguien que ya no está. Cuando miramos esas imágenes podemos recordar la música que sonaba en ese instante, las carcajadas o acciones de antes o después de la foto. ¿Por qué me dediqué a la fotografía? Porque creo que necesitamos algo que nos recuerde en nuestros peores ratos los momentos felices que hemos vivido.