Hasta que nos quedemos sin estrellas ) de Inma Rubiales
El núcleo de una estrella es como un corazón. Los corazones sufren. Y hay algunos que, después de tantas caídas, necesitan poner frío en sus heridas. Se recubren de hielo, intentando asustar con su frialdad a cualquier persona que trate de acercarse por miedo a salir heridos otra vez. El problema es que existen otros corazones, más fuertes y valientes, que son fuentes de calor. Y ningún glaciar es capaz de combatirlos.
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