Guerra de jade de Fonda Lee
Esa maldita isla es como una mujer hermosa con alambre de púas en el coño; tentadora, pero no hay quien se la folle.
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Guerra de jade de Fonda Lee
Esa maldita isla es como una mujer hermosa con alambre de púas en el coño; tentadora, pero no hay quien se la folle.
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Guerra de jade de Fonda Lee
Estudió el rostro de su marido y encontró en él lo que necesitaba: la sombría amenaza en la mirada; la conmoción y el miedo que había sentido, oscureciéndose en la promesa de violencia.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Cabría pensar que sería más fácil afrontar la muerte al hacerse mayor, pero la cosa no funciona así. Te vas enganchando más a la vida, a la gente a la que quieres y a las cosas por las que vale la pena vivir.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Sé que algunos errores nunca se podrán corregir, pero tenemos que seguir adelante, ¿verdad?, e intentar sacar el máximo partido de lo que nos queda.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Solo los niños y los dioses tienen la arrogancia de juzgar lo que no pueden comprender. No tiene sentido temer sus opiniones.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Seguimos siendo dos tigres comiéndonos todo lo que podemos antes de que tengamos que enfrentarnos uno al otro.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Pero ¿qué sentido tiene vivir si no nos rendimos con las personas que amamos?
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Las mujeres sin jade tenemos pocas armas. Nos batimos en duelo con sonrisas y palabras, tal como nuestros hombres se baten con cuchillos.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Todo es una batalla ahora. Cada negocio, cada ciudad, cada artículo del periódico, cada conferencia de prensa y cada maldita votación en el Consejo Real.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Hacía seis años que era pedestal del clan. Más tiempo que Lan. Su hermano y él no se habían parecido mucho, pero quizá el cargo de pedestal provocara el mismo efecto en todos los hombres: los aislaba y agotaba antes de matarlos, ya fuera deprisa o despacio.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Durante mucho tiempo había deseado destruir a Montaña con un solo golpe rápido y certero, aunque le costara la vida, pero ahora aceptaba que alcanzar la victoria sería un proceso lento. Necesitaba seguir con vida y aguantar más que sus enemigos.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
Los clanes se habían vuelto demasiado grandes para atacarse directamente entre ellos sin provocar una catástrofe mutua, de modo que mantenían guerras subsidiarias a través de tributarios y aliados, bandas delictivas, espías, políticos y periodistas.
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Legado de jade: 24 de Fonda Lee
En el momento en que Sin Cumbre se quedara atrás, se ralentizara o se debilitara, caería y Montaña lo aplastaría.
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Guerra de jade de Fonda Lee
Los dos hemos cruzado líneas que jamás quisimos cruzar. Hemos tomado decisiones con las que tendremos que vivir para siempre. Tenemos eso en común.
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Guerra de jade de Fonda Lee
No creía ni remotamente que Ayt Mada fuera a abandonar su objetivo de matarlos a él y a toda su familia, destruir Sin Cumbre y hacerse con el control incuestionable de todo el suministro de jade del país. Las deudas de sangre no se borraban con comunicados de prensa.
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Guerra de jade de Fonda Lee
—Kekon es una isla rodeada de países más grandes, y este es el único lugar del mundo que produce jade —dijo Hilo—. Siempre hemos estado en peligro. Pero siempre hemos tenido a los huesos verdes.
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Guerra de jade de Fonda Lee
Para los huesos verdes, la posibilidad de la muerte era como el clima: uno podía intentar predecirla, pero podía equivocarse, y nadie cambiaba sus planes más importantes solo porque amenazara la lluvia.
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Ciudad de Jade de Fonda Lee
El clan es mi sangre y el pedestal, su señor. He sido escogido y entrenado para portar el regalo de los dioses, para usarlo por el bien y la protección de la gente y contra los enemigos del clan, no importan su fuerza ni su número. Me uno a la hermandad de los guerreros de Jade, libremente y con todo mi ser, y los llamaré mis hermanos de armas. Si alguna vez soy desleal a mi hermano, que muera bajo el cuchillo. Si alguna vez no acudo en ayuda de mi hermano, que muera bajo el cuchillo. Si alguna vez busco el beneficio personal a costa de mi hermano, que muera bajo el cuchillo. Lo juro ante la mirada de todos los dioses del Cielo. Por mi honor, por mi vida y por mi jade.
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¿Para qué viajan Fray Guillermo y Adso a la abadía benedictina?