Un libro juvenil que ha cautivado a miles de jóvenes y es que la historia es al puro estilo de un romance adolescente: intenso, posesivo y efímero. Hasley vive una vida tranquila en compañía de su madre, Bonnie. Y, un día, estando en el colegio, por casualidad ve a un chico que llama su atención, Luke Howland. Es ahí cuando, sin saberlo, ambos vivirán las emociones más intensas que produce un amor de juventud. Ella es una buena chica, un tanto impuntual pero saca buenas notas y en general, no da problemas a su madre. Luke es todo lo contrario, es desafiante, irrespetuoso y además consume sustancias tóxicas. Conforme va avanzando la relación, ella va sintiéndose más atraída por él, quien no deja de aparecerse en los momentos precisos en donde otro chico trata de conquistarla. Es aquí donde se desarrolla esa conducta posesiva por parte de Luke, pues quiere tanto a la chica que trata de todas las formas posibles de ser su único universo. Hasley, como toda buena chica buscará ayudar y “sanar” a Luke pero, a veces, ni el amor más intenso da tregua. Un tema controversial en este libro es el hecho del que se hable del consumo de sustancias tóxicas, situación que puede llevar a escandalizar a algunxs lectores pero, seamos sinceros, las conductas autodestructivas son recurrentes en algunxs adolescentes (sin generalizar, por supuesto) llámese cannabis, vapes, cigarros, alcohol, etc. Es algo a lo que están expuestos y más ahora que en ciertos lugares ya es legal el consumo de la mariajuana. Pero no hay que dejar de recalcar que Hasley en todo momento le hacía ver a Luke que esas conductas no estaban bien y sobretodo que el chico no trató de arrastrarla a sus adicciones, y a mí parecer, mientras se tenga presente este punto, no hay problema alguno. Algo que no me esperaba fue el giro que da la historia al final y entendí completamente porqué Boulevard ha sido y es una historia que causa furor en los jóvenes. + Leer más |