Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi
Jamás renunciarán a subestimarte, encárgate de que paguen por ello
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Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi
Jamás renunciarán a subestimarte, encárgate de que paguen por ello
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Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi
Tus debilidades, Aelith. Nunca las expongas. Tus enemigos del mañana se contarán entre tus aliados de hoy. No los avitualles con tus secretos, tus confesiones y tus debilidades. Son las armas que usarán contra ti. Que crean que te atacan con su peor ofensiva, pero tú estarás intacta tras los muros de tu alcázar interior. Nunca lo olvides.
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Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi
Voy a acabar con los reyes de Francia, así lo he decidido. Y también he resuelto a quién tomar como esposo, a quién usar. Y a quién traicionar. |
El silencio de la ciudad blanca de Eva García Sáenz de Urturi
A veces es tan sencillo como poner la oreja y escuchar.
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El silencio de la ciudad blanca de Eva García Sáenz de Urturi
Fue durísimo tener que entregar a su gemelo.
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El silencio de la ciudad blanca de Eva García Sáenz de Urturi
(…) el dolor también une a las personas, tal vez más que las alegrías, porque de esas, como buenos desagradecidos que todos somos, nos olvidamos pronto,
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El libro negro de las horas de Eva García Sáenz de Urturi
No te sientas culpable: no fueron errores. Era la vida, que se abría camino. La rebeldía, el amor. La libertad. |
El libro negro de las horas de Eva García Sáenz de Urturi
Hogar no es donde naciste, hogar es el lugar donde todos tus intentos de escapar cesan.
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Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi
Si juegas a la defensiva, estarás centrada en no perder poder ni territorios: si atacas, ganarás terreno
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Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi
Ante un suceso improbable, inesperado e incomprensible, pregúntate: ¿a quién favorece?
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El libro negro de las horas de Eva García Sáenz de Urturi
Nadie posee un libro para siempre, las personas son efímeras, acaban muriendo. Un libro no muere, es mucho más longevo, y todos somos sus custodios temporales.
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Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi
En un mundo de hombres que no se preocupan por las formas ni las maneras, que solo ejecutan y aplastan todo lo que doblegan, busca siempre que la huella de tus actos sea bella, querida nieta.
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Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi
Sola llegue y sola me iré. Sola recorrí el sendero y sola espero mirar a los ojos al barquero.
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Aquitania de Eva García Sáenz de Urturi
Dos adolescentes, Luy. rey de Francia , y yo, duquesa de Aquitania, trazamos con furiosos tiralíneas las fronteras de lo que más tarde sería Europa entre traiciones, asedios, sangre y semen.
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El silencio de la ciudad blanca de Eva García Sáenz de Urturi
La escritora no sabe usar el lenguaje español. Ya en las primeras páginas encuentro varios sustantivos o adjetivos utilizados incorrectamente. Cada vez que ocurre se interrumpe el flujo de lectura y me desconecto. Pocas veces he empezado a leer algo tan incorrectamente escrito como este libro. Increíble.
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El silencio de la ciudad blanca de Eva García Sáenz de Urturi
A veces la memoria clava chinchetas en momentos triviales del pasado y los fija para siempre, aunque «para siempre» parezca mucho tiempo.
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El silencio de la ciudad blanca de Eva García Sáenz de Urturi
La visión de los meteoros duraba poco, apenas unos segundos, y había que estar atento, porque si pestañeabas, te lo perdías. Quizá como las cosas buenas de la vida. Como estar allí con el abuelo, tirados en la tierra que un día nos iba a acoger a ambos en su regazo.
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El libro negro de las horas de Eva García Sáenz de Urturi
Esa es la esencia de los libros : transmitir historias, permitirnos vivir de manera vicaria durante días
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El retrato de Dorian Gray