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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
Querido Richter. Nunca fuí buena en estadística, pero he visto el asfalto de mi ciudad cresparse como un río por la noche.
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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
Querido Richter. Nunca fuí buena en estadística, pero he visto el asfalto de mi ciudad cresparse como un río por la noche.
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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
y te dieron un nombre laika: la que ladra así empezaste te bautizó tu voz |
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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
Mi corazón es la ceniza acumulada de los lápices con los que escribí mis ecuaciones. Mis huesos son su número preciso y se desarman. |
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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
La tristeza de los otros es una ciudad desconocida, calles y calles que no sabes a dónde llevan, casas demolidas, edificios de vidrio, mascarones, y techos con goteras y pasillos de madera combada. |
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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
Según la medicina tradicional china, el organismo humano tiene ochenta y cuatro mil orificios, los puntos de la acupuntura. Por ellos se filtra el viento, pero también, seguramente, el mar.
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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
Tal vez las cosas llegan a sí mismas sólo cuando están rotas, no existen de veras, más que a la mitad de su propia destrucción. |
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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
mi madre era un diente nuevo un planeta a lo lejos habitable al cual yo nunca llegaría ¿qué es la antimateria? |
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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
La fruta emite su propia luz, entera, ocre. La luz del recuerdo: ambarina, cuajada.
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Planetas habitables de Elisa Díaz Castelo
Cada ruta de un color y tan callada: una cepa de niños vestidos en tonos alegres y solo uno me llevará de la mano, me alejará. |
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Principia de Elisa Díaz Castelo
Una galaxia apenas, un gesto de luz. Verla es mirar la infancia del universo, el pasado más íntimo del espacio. Porque ver muy lejos también es mirar hacia el pasado.
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Principia de Elisa Díaz Castelo
Todo parasitario, todos parásitos: hay tantas células de microbios como células humanas en el cuerpo, Bacterias, sobre todo, rumiantes, pastando en las estepas del intestino. Virus, también, perfectos como semillas de castaños. |
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Principia de Elisa Díaz Castelo
Celebro, al fin, a esa primera célula organizada, a la primera huérfana y la última, a ella, inmaculada madre unicelular, sin pecado concebida, bendita entre toda la materia estéril. |
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Principia de Elisa Díaz Castelo
Se muestra el paisaje interior, el cuerpo revelado, íntimo y visceral y un poco absurdo, tener tanta cosa adentro y la luz vertida hacia el fondo. |
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Principia de Elisa Díaz Castelo
Creo, porque hay pruebas (que nunca llegaré a entender), en cosas tan improbables e ilógicas como la existencia de Dios. |
¿Qué movimiento literario de la segunda mitad del siglo XIX busca representar la realidad tal como es, sin idealizarla?