 |
Euforia de Elin Cullhed
Me quería como tema. Le encantaba la idea que tenía de mí. Le encantaba el modelo. La norteamericana, la emocional, la poeta. Le encantaban mis grandes exigencias (y las odiaba). Le encantaba tener una esposa pensante. Le encantaba tener una esposa. Le encantaba que estuviese pensando y mascullando mis propios pensamientos, y que después no quedase nada de ellos en la escritura. Le encantaba que lo intentase pero que fracasase. Que me levantase y me apuñalasen, como a una cabra. Que no fuese quien quería ser. Le encantaba mi imperfección, y yo estaba en el centro, intentando ser perfecta. En ese hueco ninguno de los podía amar.
|
Calificación promedio: /5 (sobre 11 calificaciones)
Nacionalidad: Suecia
Nacido(a) : 1983
Nacido(a) : 1983
Biografía: :
Elin Cullhed (1983) es una autora sueca que debutó en 2016 con la novela juvenil aclamada por la crítica The Gods (Gudarna). Euforia, una ficción incandescente del último año de vida de Sylvia Plath, es su primera novela para adultos y, tras su publicación en marzo de 2021, se convirtió en una de las novelas más aclamadas por la crítica del año. Euforia ganó el premio de agosto de 2021.
Cullhed se obsesionó con la vida y obra de Sylvia Plath cuando se encontró en una posición similar a la de Sylvia: madre de varios niños pequeños, esposa de otro escritor, luchando por encontrar espacio y tiempo para su propio trabajo.
Euforia se publicará en veinticuatro idiomas y ha sido preseleccionada para el Premio Strega de Italia y preseleccionada para el Prix Médicis de Francia.
+ Ver másElin Cullhed (1983) es una autora sueca que debutó en 2016 con la novela juvenil aclamada por la crítica The Gods (Gudarna). Euforia, una ficción incandescente del último año de vida de Sylvia Plath, es su primera novela para adultos y, tras su publicación en marzo de 2021, se convirtió en una de las novelas más aclamadas por la crítica del año. Euforia ganó el premio de agosto de 2021.
Cullhed se obsesionó con la vida y obra de Sylvia Plath cuando se encontró en una posición similar a la de Sylvia: madre de varios niños pequeños, esposa de otro escritor, luchando por encontrar espacio y tiempo para su propio trabajo.
Euforia se publicará en veinticuatro idiomas y ha sido preseleccionada para el Premio Strega de Italia y preseleccionada para el Prix Médicis de Francia.
Fuente : https://ahlanderagency.com/authors/elin-cullhed/
Añadir información
etiquetas
Citas y extractos (25)
Ver más
Añadir cita
|
Euforia de Elin Cullhed
¿Por qué no lo hice? ¿Por qué me entregué de ese modo? ¿Porque necesitaba un padre? ¿Porque necesitaba una madre? ¿Porque necesitaba un padre, una madre, un amante, un hijo, todo a la vez? ¿Porque necesitaba estar en un lugar donde hubiese cubertería y peonías, huevos fritos y pan recién horneado solo para dejar de sentir que me moría en algún momento claustrofóbico todos y cada uno de mis días? ¿Porque necesitaba un amante que midiese la distancia de mi horrible aquí y cómo, que lo encapsulara en un futuro posible? Mi fuerte pisada en el mundo, como la de un führer: ¿no deberían detenerme?
|
|
Euforia de Elin Cullhed
El paseo me puso tremendamente nerviosa por la sensación de perder el tiempo y no ser productiva. Caminaba y era material. Entonces, ¿por qué la culpa? No estaba recopilando material: yo era el material, pero ¿cómo podía evaluar la distancia que me separaba de mi propio material (que era yo misma) y empezar a crear sobre esa base? Era todo lo que había querido hacer en la vida, no había hecho otra cosa, pero nunca había sido suficiente.
|
|
Euforia de Elin Cullhed
Me gustaría encontrar el modo de decirle a Ted que mi soledad era dolorosa. Que mi soledad, cuando no se me permitía estar a solas con él, me convertía en un ser miserable, un ser a medias, alguien a quien veías como un personaje de una novela distópica sobre ogros. Sin vida. Medio muerta. Necesitaba que me confirmasen que estaba viva, que estaba en el centro de la historia y que merecía un pintalabios y un saludo.
|
|
Euforia de Elin Cullhed
Esto era el matrimonio: una pregunta al mundo. ¿No pueden estos dos jovencitos amarse, incluso en una crisis? Incluso cuando ya no son jóvenes y hermosos, cuando el movimiento, el precipitarse hacia delante, se ha interrumpido de momento, cuando a alguien se le impide vivir su vida con libertad; cuando se detienen los planes para mudarse a Europa y después a Estados Unidos y después a Australia o a cualquier otro continente excitante, porque el cuerpo a veces exige un parón, o porque alguien no ha conseguido un trabajo y no hay suficiente dinero; sí, siempre había algo que dificultaba el impulso de avanzar.
|
|
Euforia de Elin Cullhed
Y después, en una ráfaga de aire, también me vi a mí misma: había pensado que estaba batallando contra el invierno y la maternidad, y que aborrecía el subsecuente aislamiento. Pero en realidad era cómplice, lo busqué y me encantó estar ahí, en el aire glacial lleno de amargura y lágrimas, abandonada. Me encantaba reprochar cualquier cosa, reprocharlo todo. Me encantaban las cortinas de humo, verlo todo borroso, ser incapaz de verlo con claridad, utilizar mi escritura como única forma de redención.
|
|
Euforia de Elin Cullhed
Me gustaría morirme, fundirme con Frieda en una sola persona, de tal manera que mi otro yo insoportable dejase de insistir. Me gustaría entregar mi carta de dimisión de la escritura. [...] Sabía que todos se mostraban encantados cuando mi escritura enmudecía, porque entonces también el lobo enmudecía (al menos, en gran medida).
|
|
Euforia de Elin Cullhed
Quería que la ley marcial de mi embarazo cayese también sobre el hombre. Ted. Era una tremenda injusticia con la que me veía forzada a vivir. El embarazo se extendía a mi alrededor como una espesa niebla de telaraña asfixiante, capa sobre capa hasta que apenas podía respirar y mucho menos reconocerme en el espejo. Tenía el cuerpo de otra, la cara de otra. Se esperaba que los pensamientos siguiesen siendo míos, pero, en realidad, desconfiaba de ellos y sabía que tampoco me pertenecían. Los pensamientos eran peculiares, eran invitaciones a las imágenes más banales que una conciencia abierta puede conjurar: un juego de té perfecto en un escaparate.
|
|
Euforia de Elin Cullhed
Me disgustaban las mecánicas del pensamiento, el calambre de la repetición, el vacío que se abría cuando no había nada nuevo que cogiese velocidad y se expandiese. Pensé que, como mujer, yo sería eso nuevo para toda mi familia. Sería el circo y la lotería y la feria y el brillo reluciente de la luna nueva, sería el pintalabios, el polvo y la ternura del después. El abrazo abierto. La comida en la mesa, el coño caliente e irresistible. Los muslos en la oscuridad. Una especie de componente divino de materia prima, sin el que la vida no podría funcionar jamás. Yo sería lo que garantizaría el renacimiento eterno en nuestro hogar.
|
|
Euforia de Elin Cullhed
Me arañé las entrañas con las largas uñas afiladas por mi mente. Me decapité en mi mente con un hacha grande y gruesa. Salté y pisoteé mi propio cuerpo. Hice trizas a Frieda. Cuando Ted volviese, ya no estaría aquí para él, no, lo destruiría todo, y entonces él tendría que ver cómo arreglárselas con las ruinas dejadas con las decisiones de su vida. Sylvia Plath en ruinas. Rompería todos los espejos. Quemaría todas las cartas de rechazo, y mis diarios, todo quedaría arrasado de un plumazo. Me desharía de todo, incluida yo misma.
|
Listas con libros de este autor
Lectores de Elin Cullhed (17)Ver más
Test
Ver más
Cuentos populares
1. Caperucita ....................
roja
naranja
amarilla
verde
22 preguntas
49 lectores participarón
Crear un test sobre este autor49 lectores participarón