La Retornada de Donatella di Pietrantonio
…Mi hermana . Como una flor improbable, crecida en un pequeño terrón pegado a la roca. De ella aprendí la resistencia.(…). Nos salvamos con la complicidad.
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La Retornada de Donatella di Pietrantonio
…Mi hermana . Como una flor improbable, crecida en un pequeño terrón pegado a la roca. De ella aprendí la resistencia.(…). Nos salvamos con la complicidad.
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La Retornada de Donatella di Pietrantonio
Me quedaba huérfana de dos madres vivas. Una me había dado con su leche aún en mi lengua, la otra me había devuelto a los trece años. Era hija de separaciones, parentelas falsas o calladas, distancias. Ya no sabía de quién provenía. En el fondo tampoco lo sé ahora.
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Mi madre es un río de Donatella di Pietrantonio
Su memoria es ahora como un texto escrito con tinta invisible: voy pasando las páginas una a una y les acerco una llama para que aparezca.
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Mi madre es un río de Donatella di Pietrantonio
Mi madre es un árbol. A su sombra me he justificado. Se va secando y la sombra se reduce. Pronto quedaré al descubierto.
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Mi madre es un río de Donatella di Pietrantonio
Es un río seco que la nieve de los chopos sobrevuela. La sombra de las rocas cae sobre el lecho blanco y arrugado. Aquí y allá un charco de agua densa inmóvil, lamido por los insectos. Huele a muerte. |
Mi madre es un río de Donatella di Pietrantonio
Mi madre es un río. Eran un río sus cabellos oscuros y finos que la corriente dividía a ambos lados de la cara, ondas que le caían en cascada sobre el pecho....
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La Retornada de Donatella di Pietrantonio
Desde que fui restituida, la palabra mamá estaba agazapada en mi garganta como un sapo que no saltaba fuera.
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La Retornada de Donatella di Pietrantonio
Me quedaba huérfana de dos madres vivas. Una me había dado con su leche aún en mi lengua, la otra me había devuelto a los trece años. Era hija de separaciones, parentelas falsas o calladas, distancias. Ya no sabía de quién provenía. En el fondo tampoco lo sé ahora.
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La Retornada de Donatella di Pietrantonio
–Y bien, ¿por qué has vuelto aquí? –insistió Vincenzo, señalando en torno suyo con un gesto rojo. –No fui yo quien lo decidió. Mi madre dijo que ya era mayor y que mis verdaderos padres me querían de vuelta. |
La Retornada de Donatella di Pietrantonio
Con el tiempo perdí también aquella idea confusa de normalidad y hoy ignoro de verdad qué lugar es una madre. Me falta como puede faltarme la salud, un cobijo, una certeza. Es un vacío persistente, que conozco, pero no supero. Me da vueltas la cabeza si miro dentro. Un paisaje desolado que de noche me quita el sueño y fabrica pesadillas en el poco que me deja. La única madre que nunca he perdido es la de mis miedos.
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La Retornada de Donatella di Pietrantonio
Repetía despacio la palabra mamá cien veces, hasta que perdía todo sentido y era solo una gimnasia de los labios. Me quedaba huérfana de dos madres vivas. Una me había dado con su leche aún en mi lengua, la otra me había devuelto a los trece años. Era hija de separaciones, parentelas falsas o calladas, distancias. Ya no sabía de quién provenía. En el fondo tampoco lo sé ahora.
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Gregorio Samsa es un ...