Dice
Dolores Reyes (Buenos Aires, 1978) que
Cometierra se le apareció durante un taller literario, mientras seguía la lectura del cuento de un compañero, con los ojos cerrados para concentrarse mejor. Era un relato que terminaba en un cementerio, y ahí Dolores –que nunca había publicado nada pero asistía al taller que impartía la escritora, también argentina,
Selva Almada– vio por primera vez a una jovencita, casi niña: “flaca, de pelo oscuro, largo; la piel morena también, del color de la tierra, sentada en un cementerio, estirando la mano hacia abajo de las piernas, llevándose a la boca y comiendo tierra”.
Así nació el personaje para el que le tomaría cinco años construir una anécdota, un lenguaje, un tono y, finalmente, escribir
Cometierra (Sigilo editorial), la novela que ya está disponible en México, España, Estados Unidos, Francia, Italia y Polonia, y está por publicarse también en Suecia, Reino Unido y Grecia.