Daniel Pennac

El método del profesor es prácticamente nulo en esta historia. El placer de leer estaba muy cercano, secuestrado en esos graneros adolescentes por un miedo secreto: miedo (muy, muy antiguo) a no entender.

"Así descubrió la paradójica virtud de la lectura que consiste en abstraernos del mundo para encontrarle un sentido"

La voz leer no admite el imperativo

Al despertar, Nourdine Kader pasó por las mismas fases que Joseph Pritsky (incredulidad, estupor, pánico, angustia) para rendirse también a la evidencia: estaba de pie, desnudo y gigantesco, en prisión, ante un pequeño pelirrojo dormido en la banqueta de la celda y que flotaba en un uniforme de poli.

Cada lectura es un acto de resistencia

El verbo leer no soporta el imperativo. Aversión que comparte con otros verbos: el verbo «amar»…, el verbo «soñar»…
Claro que siempre se puede intentar. Adelante: «¡Ámame!» «¡Sueña!» «¡Lee!» «¡Lee! ¡Pero lee de una vez, te ordeno que leas, caramba!».
—¡Sube a tu cuarto y lee!
¿Resultado?
Ninguno.

El hombre que lee en viva voz se expone absolutamente a los ojos que lo escuchan.

Una curiosidad no se fuerza, se despierta

El tiempo para leer es tiempo robado

La soledad de esta escritura reclama la resurrección del texto por mi propia voz muda y solitaria.

El placer de leer estaba muy cercano, secuestrado en graneros adolescentes por un miedo secreto: el miedo (muy, muy antiguo) a no entender.

Las más de las veces conservamos el placer del libro leído en el secreto de nuestra celosía. Bien pprque no vemos en él nada que decie, bien porque, antes de poder decir una palabra, tenemos que dejar que el tiempo efectúe su delicioso trabajo de destilación.

Y si, en lugar de exigir la lectura, el profesor decidiera de repente compartir su propia dicha de leer ?

( La escuela) Es una fábrica necesaria de saber que requiere esduerzo.

Parece establecido desde tiempos inmemorables, y en todas las latitudes, que el placer no tiene que figurar en el programa de las escuelas y que el conocimiento sólo puede ser el fruto de un sufrimiento bien entendido.

El culto al libro depende de la tradición oral. Y tú eres su gran sacerdote.

Quién contará alguna vez la soledad del corrector de fondo?

Releer no es repetirse, es ofrecer una prueba siempre nueva de un amor infatigable.

Suele conseguirse con gran seguridad y premura aquello que no se tiene prisa en conseguir

Un niño no siente gran curiosidad por perfeccionar un instrumento con el que se le atormenta; pero conseguid que ese instrumento sirva a su placer y no tardará en aplicarse a él a vuesteo pesar.