El Mago. La historia de Thomas Mann de Colm Tóibín
Tenemos el deber de amar Alemania, pero también el de leer el Fausto de Goethe
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El Mago. La historia de Thomas Mann de Colm Tóibín
Tenemos el deber de amar Alemania, pero también el de leer el Fausto de Goethe
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Brooklyn de Colm Tóibín
Era como el infierno, pensó, porque no podía verle el final ni el de los sentimientos que traía consigo, pero era un tormento extraño, estaba todo en su mente, era como cuando llega la noche y sabes que jamás volverás a ver nada a la luz del día. Eilis no sabía qué iba a hacer.
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Brooklyn de Colm Tóibín
También tenía la sensación, aunque no sabía por qué, de que los chicos y las chicas de la ciudad que se iban a Inglaterra tenían trabajos corrientes con sueldos corrientes, y que la gente que iba a América podía hacerse rica. Intentó descubrir por qué había llegado a creer también que la gente de la ciudad que vivía en Inglaterra añoraba Enniscorthy, pero que los que se iban a América no añoraban su hogar. Al contrario, allí se sentían felices y satisfechos. Se preguntó si eso podía ser verdad.
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¿Qué objetousaron como traslador en el Mundial de Quidditch?